Cómo atraer la suerte: 7 claves psicológicas con las que pu

Atraer la suerte no es cuestión de magia ni de invocar a diario la famosa y no siempre infalible ley de la atracción. Tal y como nos decía Isaac Asimov, «la suerte solo favorece a la mente preparada» y, por ello, es necesario que nos entrenemos psicológicamente.

Es cierto que no podemos negar que, en nuestro día a día, siempre hay un pequeño espacio para ese «factor suerte». Ese que hace que, casi sin saber cómo, determinadas cosas salgan bien.

Sin embargo, no podemos confiar siempre en ese elemento. Traiga lo que traiga la vida, debemos estar preparados para todo. 

Por ello, nada mejor que desarrollar en nuestro día a día ciertas prácticas con las que conseguir que las oportunidades estén siempre a nuestro favor.

A continuación te explicamos cómo lograrlo.

Atraer la suerte: consejos básicos

1. Descubre y potencia tus fortalezas

Atraer la suerte requiere, antes de nada, saber dónde buscarla. Tanto si deseamos que el destino nos ayude en temas de pareja, en cuestiones laborales o en cualquier otro aspecto, nada mejor que empezar cultivando el crecimiento personal.

Para ello, debemos ser conscientes de cuáles son nuestras fortalezas y aprovecharlas, sacar partido de ellas para sentirnos seguros, para crear una imagen positiva de nosotros y aunar confianza.

Admitámoslo, cuando alguien confía en sí mismo nada puede detenerlo. Será entonces cuando verá caminos libres donde antes veía murallas y oportunidades donde ayer creía ver puertas cerradas. No dudemos en seguir estos sencillos pasos para potenciar nuestras fortalezas:

• Recordemos todo aquello que logramos en el pasado.
• Descubramos cuáles son nuestras virtudes y talentos.
• Confiemos en nuestras capacidades.

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2. Una mente abierta siempre consigue atraer la suerte

Tener una mente abierta no es tan fácil como creemos en un principio. Esta actitud, esta capacidad de recepción a la experiencia, de conexión al entorno y de sensibilidad requiere de una serie de capacidades psicológicas:

• Haber hecho frente a nuestras actitudes limitantes, a esos miedos e inseguridades que nos impiden atrevernos y salir de la zona de confort.
• Confianza en uno mismo y en los demás. La mente abierta siempre es receptiva a lo que otros le digan, a las opiniones ajenas, a los pensamientos diferentes al suyo. Sabe abrirse a ellos para aprender, para integrar aquello que le permite crecer como persona para seguir avanzando con más sabiduría.
• Por otro lado, una mente abierta también es aquella que deja a un lado los estereotipos, que no se deja llevar por las opiniones ajenas, por lo que dicta la sociedad.

Es una mente libre que busca experimentar y, al hacerlo, encuentra cosas y personas que le enriquecen, que le traen suerte.

3.  La persona que atrae la suerte no se queda quieta, busca oportunidades

La suerte no se espera en el sofá de casa, no viene envuelta en un regalo ni adherida a las personas que nos rodean a diario. La suerte se crea, se trabaja, se busca y se persigue. En realidad, es una tarea cotidiana que requiere de gran esfuerzo y constancia, sumada a algo de intuición personal.

• Para ello, lo primero que deberemos hacer es clarificar objetivos y saber bien qué es lo que queremos.
• Una vez definida la meta trabajaremos en ella sin desviarnos de ese horizonte. Dejaremos a un lado las opiniones ajenas o lo que otros piensen de nosotros.

4. Entrena tu sexto sentido

El sexto sentido no es una capacidad basada en la precognición ni es un don sobrenatural. En realidad, es una dimensión psicológica que no todos aprovechamos como se merece.

• El sexto sentido es la esencia de nuestra experiencia, el perfume de todo lo sentido, vivido y aprendido.
• Es como un baúl donde la mente consciente suele echar mano para hallar respuestas rápidas cuando más lo necesita.
• En ocasiones, ese sexto sentido es el que mejores consejos nos da sobre cómo tener suerte.

Porque es ahí donde se esconde lo que deseamos de verdad, lo que está en sintonía con nosotros.

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5. Conecta con las personas, conoce gente nueva

Cuantas más personas conozcamos, más experiencias tendremos, de más información dispondremos a nuestro favor y mayores oportunidades veremos en nuestro horizonte.

No se trata de tener una amplia red de amigos. Se basa solo en ser abierto, sociable y receptivo a todo lo que nos envuelve para que de este modo la vida sea más rica en sensaciones, en puertas que se nos abren y en nuevos aprendizajes que, poco a poco, harán que la suerte esté a nuestro favor.

6. Para atraer la suerte sal de tu zona de confort

La zona de confort, lejos de lo que podamos pensar, es un lugar que todos debemos tener a mano para sentirnos bien, para estar seguros y disfrutar de esa rutina que, en cierto modo, conforma el equilibrio de nuestras vidas.

Sin embargo, de vez en cuando es necesario cruzar esa barrera que la delimita para seguir creciendo como personas, medir nuestros miedos, superarnos y permitir que lleguen cosas nuevas, cosas que nos hagan felices.

En caso de quedarnos donde estamos, nada cambia, y la suerte, por sí misma, es posible que nunca llame a nuestra puerta.

7. Aléjate de la gente tóxica

Siempre habrá gente que tratará de hacernos caer. Su miedo ante nuestro éxito será fuerte y, por ello, esta clase de individuos intentará anularnos y hacernos sentir que no merecemos lo que deseamos.

Es fundamental alejarse de estas personas tóxicas. No nos harán ningún bien y nos robarán la energía.

8. Confía en ti mismo y sé paciente

Nada se consigue en dos días, nada se logra de hoy para mañana. Habrá días en que nos vengamos abajo porque nos parezca que la suerte vaya en dirección contraria y pegada a otras personas.

Personas que, ante nuestros ojos, no se merezcan tal vez tantos privilegios. No alimentemos este enfoque. Seamos más libres, más humildes y centrémonos en nosotros mismos para entender que las cosas más maravillosas llegan con paciencia y perseverancia.

Nunca tires la toalla

Para atraer la suerte no se necesitan sortilegios. Solo debes confiar en ti mismo, seguir estas pautas y, especialmente, tener mucha paciencia al respecto. Los grandes cambios, como ya hemos comentado, tardan en llegar.

Trata de ser feliz con lo que tienes, respétate a ti mismo y mantén tu dignidad. Cuando menos te lo esperes, la suerte acabará por llamar a tu puerta.