Los mejores consejos que te ayudarán a luchar contra el estr

Luchar contra el estrés, en un mundo que nos obliga a estar siempre disponibles y a punto es, cuanto menos, un logro. Si bien es cierto que esta emoción es necesaria, también hay que tener en cuenta que puede ser peligrosa.

El estrés crónico puede impedir que realicemos nuestras tareas con normalidad, que nos sintamos bien por completo o que llevemos a cabo proyectos importantes debido al cansancio. 

Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?

Consejos para luchar contra el estrés

Organizarse de manera adecuada

¿Siempre dejamos todo para el último momento? De manera habitual, las consecuencias de esto son que el estrés, en lugar de ayudarnos, nos paraliza.

Así, ante la cantidad de tareas pendientes, nos agobiamos. Para evitar esto, lo mejor es organizarnos.

Hacernos con una agenda o una libreta que nos inspire puede ser una buena opción. De esta manera, una vez a la semana, con un té caliente a nuestro lado, podremos dedicar unos minutos a planificar la semana.

Ahora bien, esto no se va a quedar ahí. Tenemos que comprometernos con nosotros mismos a llevar todas las tareas a cabo.

Para ello, es importante que seamos realistas y que nos demos un margen para posibles imprevistos. Tener esto en cuenta nos ayudará a llegar a todo y a evitar el estrés.

También nos beneficiará no abarcar tareas que sabemos de antemano que no vamos a tener tiempo para hacer. Aprender a delegar o a decir «no» son dos retos que podemos empezar a poner en práctica.

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Tener tiempo libre

Puede que resulte una obviedad pero, ¿de verdad aprovechamos el tiempo libre? Muchas veces, lo que hacemos es tirarnos en el sofá y dejar pasar los minutos. Sin darnos cuenta, se ha pasado todo el día y no hemos hecho nada.

Es preferible que empleemos ese tiempo en realizar actividades productivas, el llamado «ocio de calidad». Para luchar contra el estrés tenemos que tener en cuenta algunos aspectos que podrían ser interesantes:

• Hacer deporte nos libera del estrés: así lo afirma este estudio realizado por un equipo de la Universidad de Antioquía (Colombia).
• Practicar algo que nos ilusione es una buena forma de empezar: tal vez nos llene de bienestar y nos sintamos muy productivos leyendo un libro, escuchando música nueva o viendo un documental. Lo ideal es que encontremos esa actividad que nos haga olvidarnos del mundo que nos rodea. Practiquémosla un poco cada día y nos ayudará a luchar contra el estrés.
• Iniciarnos en el mindfulness: es una práctica que nos invita a vivir en el momento presente, liberándonos así de las preocupaciones sin sentido y permitiéndonos aprovechar mejor el tiempo. Sin duda, una actividad de ocio muy beneficiosa.

Desconectar

Aprender a desconectar puede ser algo sencillo de plantearse, pero bastante difícil de lograr. Si estamos pendientes del móvil, por ejemplo, es muy probable que no seamos capaces de dejar salir el estrés acumulado.

¿Cuántas veces nos hemos ido de vacaciones y hemos atendido llamadas o correos del trabajo? Cada cosa tiene su propio tiempo y cuando estamos descansando tan solo tenemos que hacer eso, relajarnos.

De la misma manera, cuando estamos en el trabajo, toda nuestra atención y energías deberían estar puestas en nuestras tareas. Esto nos ayudará a ser más productivos y a sentirnos mejor con nosotros mismos al acabar la jornada laboral.

Por lo tanto, los fines de semana sería importante que aprendiésemos a apagar el móvil. Así, tampoco perderíamos demasiado tiempo viendo redes sociales y lo invertiríamos mejor en hacer otro tipo de actividades que nos ayudasen a despejarnos y a sentir que nuestro tiempo de ocio está bien invertido.

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Habla con un terapeuta

Puede que, a pesar de todo lo anterior, sigas notando que necesitas más ayuda. En este caso, es recomendable que hables con un psicólogo y le comentes tu problema.

Este te ayudará a combatir el estrés y, juntos, podréis hacer frente a su sintomatología. Sea como fuere, no lo ignores ni te quedes parado: préstale atención a tu salud mental. Es igual de importante que la física pero, muchas veces, se suele dejar en un segundo plano.