Claves y consejos para amar sin sufrir

Son muchas las personas que deciden renunciar al amor simplemente porque no quieren sufrir de nuevo. Experiencias traumáticas del pasado pueden hacer que tengamos esa idea. Desde este espacio te invitamos a intentarlo de nuevo con algunas claves útiles para amar sin sufrir.

Amar sin sufrir y en libertad

Con frecuencia se dice que no hay relación sentimental y afectiva que no implique cierta dosis de sufrimiento. Quienes así lo afirman son conscientes de que se ponen en juego muchos sentimientos, muchas emociones e, incluso, nuestro propio equilibrio personal.

De hecho, el enamoramiento inicial llega a ser muy parecido a una adicción, tanto en el plano conductual como biológico. Así lo señalan trabajos como el del profesor Brian D. Earp y colaboradores.

Pese a todo esto, son muchas las parejas que establecen una relación duradera y saludable. En ellas prima la felicidad y esa cotidianidad en la que dos personas logran enriquecerse de manera mutua. ¿Te estás preguntando como conseguirlo? Existen algunas pautas a considerar.

Es posible que a lo largo de tu vida hayas pasado por momento muy difíciles, pero el amor es una experiencia que nos espera y recibe una y otra vez.

Eso sí, es importante protegerse y cuidar de nuestra autoestima. Toma nota de las siguientes claves para amar sin sufrir.

1. Conócete

Puede que esta palabra te suene algo amplia y difusa, pero es necesario conocernos bien para establecer una relación estable y madura. Solo así será posible que amar sin sufrir sea el día a día y no un ideal inalcanzable.

¿Sabes cuáles son tus límites? ¿Qué es lo que no estarías dispuesta a hacer o a soportar? ¿Cuáles son tus valores? ¿Qué es lo que más daño te hace?

Hay personas que permiten que se infrinjan sus propios valores o dejan que se crucen ciertos límites, lo que poco a poco va minando su autoestima.

Para iniciar una relación de forma más segura es fundamental identificar aquello que nos gusta y lo que no.  «Sé quién soy y cuidaré de mis propios valores y límites».

2. Tener pareja para ser feliz, pero no para llorar

Hay un aspecto muy claro: uno mantiene una relación de pareja para ser feliz. Buscamos establecer un compromiso que nos dé continuidad y nos enriquezca como personas.

Si en alguna ocasión empiezas a darte cuenta de que las lágrimas superan a las sonrisas, tal vez sea el momento de reflexionar y hacer balance.

Cabe tener en cuenta que pocas experiencias en la vida son tan intensas como el amor. Es, por supuesto, algo que vale la pena.

Por eso, recordemos que el objetivo es ser feliz y que es posible intentarlo una vez más. Porque todos merecemos segundas oportunidades en las que sea viable el bienestar emocional.

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3. Sé siempre tú misma

Tú sabes cómo eres. Conoces tus fortalezas y cuentas con el cariño de tus familiares y amigos. Tu autoestima y tu propio círculo social te recuerdan muy a menudo tus virtudes.

Pero si sientes que la persona a la que quieres te infravalora o menosprecia, pregúntate para qué sigues a su lado.

Dos seres humanos se unen para aprender el uno del otro, para disfrutar, reír, compartir y crecer.  Esto es precisamente lo que ocurre en las parejas sanas, en las que cada miembro es aceptado con sus cualidades, pero también con sus defectos.

4. Busca el equilibrio

Hay relaciones en las que todo lo justificamos bajo el «lema del amor». Incluso hasta el punto de dañar nuestra autoestima o estabilidad emocional.

No obstante, no nos engañemos. El amor se basa en un intercambio en el que participan dos personas de manera equitativa, cada una desde sus propias circunstancias y peculiaridades, pero remando en la misma dirección.

«He elegido implicarme y sé que tú haces lo mismo». Cuando no ocurre esto, llega la frustración, pues empezamos a sentimos solos en la relación o vemos que nuestra ilusión no es correspondida.

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5. La importancia de los espacios personales para amar sin sufrir

Seguro que practicas algún hobby o tienes ciertas pasiones. Es decir, hablamos de esas aficiones con las que tanto disfrutas y aprendes y que haces en solitario o con tus amigos y familiares.

Todos necesitamos de esos instantes de soledad para estar con nosotros mismos o tener encuentros sociales diferentes y agradables.

Pero es que, además, la calidad del tiempo que se comparte con la pareja mejora cuando cada uno de los miembros dispone de su propio espacio para realizar otras actividades.

Por ejemplo, un estudio del grupo de investigación de Katie R. Genadek obtiene resultados en esta línea.

Por tanto, si queremos mantener una relación saludable y seguir creciendo a nivel personal, la base es preservar la propia identidad y seguir cultivando nuestras inquietudes.

¿Por qué es tan importante amar sin sufrir?

Como vemos, existen algunas premisas esenciales para hacer frente a las inseguridades que nos acompañan cuando pensamos en el amor.

Partiendo del cuidado de nuestras motivaciones, valores y límites y reconociendo a su vez los del otro, dejar de sufrir puede convertirse en una realidad.

Recordemos que esforzarnos por alcanzar esta armonía nos ayudará a construir relaciones de confianza, libertad y respeto.