¿Cómo reaccionar ante una infidelidad?

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Jun 30, 2020   Pareja

Con la primera infidelidad, se pierde la inocencia. Se rompe la confianza en la pareja y se ven amenazados muchos de nuestros valores. Sin embargo, ¿cómo reaccionar ante una infidelidad? ¿Cuál es la mejor opción?

El impacto de la infidelidad

El engaño a veces surge cuando menos lo esperamos. Un mensaje en el móvil, un correo electrónico, una fotografía o una pista ineludible de que la persona a quien amamos nos ha sido infiel. ¿Qué hacer?

Un aspecto interesante que nos explican los psicólogos es que el ser un humano tiene la inquietud por entenderlo todo. Necesitamos indagar en explicaciones que nos develen por qué ha tenido que pasar algo así .

En esta línea, y aunque todo dependerá de cada caso particular, algunos motivos usuales serían:

  • Falta de amor.
  • Aburrimiento.
  • Un encuentro casual.
  • Un rasgo de personalidad que no conocíamos en el otro.
  • Débil compromiso por una o ambas partes.
  • Insuficiente dedicación a la pareja: prestarle poca atención o disponer de escaso tiempo para compartir suelen ser desencadenantes de un distanciamiento.

Por otro lado, hay un aspecto que queda patente: sufrir una infidelidad es un bache que a menudo vivimos como un atentado directo hacia nuestra autoestima.

No solo experimentaremos rabia por lo ocurrido, dolor e, incluso, odio, sino que también es habitual que nos sintamos humillados. Pero, si nos paramos a pensar, ¿qué sería lo más razonable en estos casos?

¿Cómo se suele reaccionar ante una infidelidad?

amor

La respuesta que solemos tener ante una infidelidad obedecerá a varios factores:

  • Características de la infidelidad en cuestión: ¿fue algo puntual? ¿O la traición dura ya bastante tiempo?
  • La contestación de quien ha sido infiel: ¿tu pareja lo sigue negando? ¿O lo reconoce y se arrepiente?
  • La responsabilidad que sentimos: ¿hemos descuidado demasiado la relación?
  • Nuestra personalidad: esta condición también hará que reaccionemos de un modo u otro. Por ejemplo, un estudio del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Granada ha encontrado que el apego ansioso o ambivalente se relaciona con una menor predisposición a perdonar un comportamiento infiel.

Veamos ahora cuáles son las formas más comunes de afrontar una infidelidad:

1. La búsqueda de culpables

Es una de las formas más frecuentes. En nuestro afán por comprender, nos obsesionamos a veces en contar con culpables. O bien centramos todo el desprecio hacia nuestra pareja o lo enfocamos en esa otra persona con la que hemos sido engañados.

Buscar a los causantes nos ayuda a desahogarnos, pero acabará siendo solo un interés puntual. Tras hallarlos, surgirá la separación o el perdón.

2. La venganza

Son muchos los que, tras una infidelidad, buscan hacer daño a la pareja. Acaso hayamos decidido separarnos y romper la relación o tal vez la decisión ha consistido en continuar con la convivencia.

Sea como sea, hay quienes desean vengarse devolviendo lo que han recibido. De este modo, se intenta provocar en el otro el mismo dolor, el mismo sufrimiento.

Descubre: El final de una relación no implica hacer daño

3. El perdón

Aunque es posible seguir con la relación, perdonar no garantiza que olvidemos lo ocurrido. Así lo señala una investigación desarrollada por la profesora Stephanie Lichtenfeld y su equipo.

Es decir, este valioso acto no garantiza la reconciliación. En ocasiones nos obliga a reconstruir de nuevo el vínculo desde una base incómoda de resentimiento, lo que no siempre es fácil.

Pero también puede suceder que, a pesar de todo, logremos prosperar. Si el perdón se ha ofrecido porque existe un auténtico arrepentimiento, es posible llegar a aceptarlo. No obstante, aprender a convivir con un «pequeño o gran dolor crónico» será todo un reto.

Infidelidad de pareja.

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4. Una nueva etapa en la pareja

Quizás te sorprenda, pero en algunas situaciones surge una nueva etapa más intensa tras una infidelidad. Después de la reconciliación, la conexión afectiva y sexual se recupera y fortalece.

A partir de esas largas conversaciones en las que se aclaran aspectos esenciales, se juntan tanto el miedo de perder al ser querido como la culpa de quién ha sido infiel.

5. La separación definitiva

Inevitable y comprensible. La infidelidad es una traición al compromiso y al pacto de intimidad que define al lazo del amor. Representa un claro atentado a los propios sentimientos, autoestima y equilibrio emocional.

No todas las personas son capaces de ofrecer el perdón y, a su vez, no todas merecen tampoco dicha disculpa. En la mayoría de los casos la infidelidad termina en ruptura.

¿Cuál es la opción más adecuada tras una infidelidad?

Llorar es un acto natural y necesario para liberar tensiones y emociones.

No hay una alternativa mejor o peor; la más indicada será aquella en la que se asegure nuestra estabilidad emocional. Las heridas de la infidelidad no se olvidan con el tiempo y difícilmente cicatrizan. Podemos intentar la reconciliación, pero el dolor continuará, en mayor o menor grado, presente.

Y aunque el perdón llega a ser un elemento terapéutico, no lo es de manera inequívoca en todas las circunstancias. Si esto es así, entonces, lo más saludable es la ruptura y la oportuna recuperación.

Sin embargo, si dicha traición es algo puntual y confías en que no se repetirá. Las segundas oportunidades existen, pero se requiere que la otra persona se esfuerce y demuestre cariño sincero y auténtico arrepentimiento.

Perdona si eres capaz y si consideras que para ti es viable «mantenerte» en esa relación. La intuición vendrá de la mano de nuestras propias emociones, las cuales nos alertarán cuando sean necesarias la distancia y la despedida ante el daño.

Ahora es tiempo para recuperarse, levantarse de nuevo y mirar al horizonte con esperanzas.