No permitas que nadie te haga sentir culpable

Portada > Pareja > Relaciones de pareja No permitas que nadie te haga sentir culpable

Jun 30, 2020   Pareja

Si alguien te hace sentir culpable, ¡cuidado! Puede que estés a merced de una persona que está buscando poder manipularte para su propio beneficio.

Hacer sentir culpable a otra persona es una de las formas más fáciles para conseguir algo. La culpabilidad tiene un gran poder, pero eso no quiere decir que sea algo positivo. Todo lo contrario, es una forma ruin de tratar a las personas y de obtener lo que se desea.

Culpar a alguien por algo es hacerla sentir responsable de una acción u omisión (que puede que ni siquiera le concierne). La responsabilidad por el daño le genera un gran malestar y le hace pensar que debe intentar enmendar la cuestión de alguna manera.

Quien culpa, generalmente, pretende que se enmiende la situación haciendo que el otro se humille y pida perdón. Pero también es posible que pida (o incluso exija) que se realicen ciertas acciones «para enmendar el error». Estas vienen a ser sus trampas. 

La manipulación que te hace sentir culpable

La manipulación va dirigida frecuentemente a hacer sentir culpable a los demás.

Cuando estés ante una persona manipuladora, esta te hará sentir culpable de cosas que hagas. Sin embargo, lo más probable es que no tengan ningún motivo para hacerte sentir así.

Por ejemplo, una persona que es manipuladora en una relación de pareja, puede hacer que te sientas mal por salir con tus propios amigos. Así, se intenta controlar y tratar como una marioneta a la persona.

A veces, esto sucede por miedos, inseguridades o celos. Estos provocan este tipo de actitudes que dañan a la persona que es manipulada. Esta se siente culpable por no hacer feliz al otro, por hacerlo enfadar, cuando en realidad esto no es así.

Permitir constantemente que alguien te manipule y te haga sentir mal suele representar un problema de autoestima.

Descubre: 5 consejos para mejorar la autoestima

No puedes admitir que otras personas, sea tu pareja, familia o amistades, te hagan dudar de lo que haces mal o bien. De a qué tienes derecho o no, o de hacer aquello que te gusta.

Si deseas hacer algo, pero otras personas te hacen sentir mal por ello, es importante reflexionar sobre qué debes priorizar y qué no.

Los demás no siempre tienen la razón

Debes aprender a poner límites a los que te hacen sentir culpable.

El gran problema de no cuestionarte lo que los demás te instan a dejar de hacer porque ellos consideran que está mal provoca que les des siempre la razón.

¿Por qué haces esto? Porque tienes la mala costumbre de depender de la aprobación de los demás, de las opiniones externas. Y sobre todo, de cómo las personas que están a tu alrededor te hacen sentir.

Si tu pareja nos hace sentir culpa porque quedas con tus amigos, dejarás de hacerlo aunque eso te vuelva muy triste. La opinión de la persona que está a tu lado pesa mucho más que la nuestra propia.

Esto es algo que debes ver y superar. En todas las relaciones hay que saber establecer límites. ¿Qué es lo que de ninguna manera vas a tolerar?

Tienes que tenerlo muy claro para que así nadie tenga el derecho de hacerte sentir mal si tú, con lo que haces, te sientes muy bien. Debes imponer límites y ser consciente de que las decisiones que tomas no están en manos de otros, sino en las tuyas.

Lee: 7 reglas que te ayudarán a comunicarte con un manipulador

Confía en ti mismo

Debes confiar en ti y valorarte para que no te hagan sentir culpable.

Es importante que empieces a confiar en ti mismo. Déjate llevar por tu intuición y aprende a bajar el volumen de todas esas voces que están a tu alrededor en el exterior.

Lo que tú quieres cuenta, lo que a ti te hace sentir bien cuenta. No estás solo para satisfacer a los demás, los gustos de otras personas, lo que ellas consideran que está bien o mal. La persona más importante para ti eres en realidad, tú.

Ahora eres una persona adulta con poder de decisión, libre para hacer lo que quiera. Aunque los demás lo juzguen o no estén de acuerdo. Aún así, no permitas que te frenen. Tu felicidad depende principalmente de ti mismo.

Tener esta reflexión presente nos puede ayudar a vencer el miedo y salir de la manipulación.