Retraso del lenguaje: tipos, síntomas y causas

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Jun 30, 2020   Maternidad

Desde que nacen los bebés comienzan a comunicarse por medio del llanto o la sonrisa. A medida que crecen van incorporando gestos y sonidos, hasta que emiten sus primeras palabras. Sin embargo, muchos niños presentan retraso en el lenguaje por diferentes causas y tienen dificultad para expresarse y a veces para entender.

El retraso en la comunicación puede afectar a las interacciones, el carácter y el aprendizaje de los niños, sin embargo, no es una condición poco común. Entre un 5 y un 10 % de los niños en edad escolar presentan algún tipo de problemas para comunicarse, según el Departamento de Salud de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).

Retraso en el lenguaje: un problema en la comunicación

Tipos y síntomas

Hay dos tipos de retraso en el lenguaje: el retraso receptivo, que se refiere a la dificultad de entender lo que se le comunica, y el retraso expresivo, que es la dificultad para comunicarse con palabras. En muchas ocasiones se combinan los dos.

A veces lleva algún tiempo descubrir estas dificultades de comunicación, pero hay síntomas que pueden llamar la atención de los padres para sospechar de un problema.

  • Alrededor de los 15 meses no emiten balbuceos.
  • No pronuncian palabras a los 2 años.
  • Les cuesta expresar oraciones cuando tienen alrededor de 3 años.
  • No entienden instrucciones.
  • No reaccionan cuando se les habla.

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Causas del retraso en el lenguaje

El retraso en el habla generalmente se origina en el cerebro, pero en ocasiones puede ser causado por alguna deficiencia física, problemas de adaptación social o dificultades en el aprendizaje.

Las principales causas son:

  • Pérdida auditiva. Es común que los niños que no puedan oír tengan dificultades para aprender a hablar.
  • Autismo. No todos los niños autistas tienen problemas para expresarse, pero, a veces, los problemas de expresión son causados por el autismo.
  • Problemas neurológicos. Condiciones como la parálisis cerebral o la atrofia muscular pueden afectar a los músculos necesarios para hablar.
  • Ambientes disfuncionales. Hogares en los que los niños se sienten marginados, agredidos o aislados pueden dificultar el aprendizaje para hablar. A veces, en estos casos, la falta de comunicación es selectiva.
  • Apraxia del lenguaje. Esta es una condición en la que los músculos del habla no reaccionan a la señal del cerebro.

Tratamiento

A veces es difícil saber si el retraso en el lenguaje es producto de una de estas condiciones o simplemente es una situación temporal. Lo más indiciado es consultar con el pediatra si uno nota que el niño no cumple con los ciclos normales de comunicación. Un diagnóstico a tiempo puede ayudar a una pronta solución.

Dependiendo de la causa, un niño con retraso en el lenguaje puede ser referido a un audiólogo, un logopeda, un psicólogo o hasta un trabajador social. Lo más recomendable es tener un equipo multidisciplinar en el que se estimule la comunicación del niño.

La participación de la familia es imprescindible para el éxito de cualquier terapia. Bien sea para estimular el lenguaje o para establecer formas de comunicación no oral, los padres deben estar involucrados en todo el proceso.

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Consejos para los padres

Desde el mismo momento en que nacen, los niños comienzan a aprender todo lo que les presenta su nuevo entorno. Una de sus primeras referencias es la auditiva. Incluso cuando están en el vientre, a los 18 meses, comienzan a escuchar los primeros sonidos y a las 25 o 26 semanas pueden responder a las voces con movimientos.

Por eso, se recomienda hablarles desde el momento en que nacen o antes. Otros estímulos, mientras crecen, ayudarán a un rápido desarrollo de sus capacidades de comunicación.

  • Responder a sus balbuceos con palabras y sonidos.
  • Cantarles desde que son bebés.
  • Leerles libros en voz alta. Se puede empezar con libros especiales para bebés e ir progresando a media que crecen.
  • Responder siempre a sus preguntas.
  • Enseñarles los nombres de las cosas, incluso desde que son bebes y aún no hablan.

Finalmente, si has detectado algún problema en la comunicación de tu hijo, consulta con un especialista en el tema. Como hemos mencionado, un diagnóstico temprano ayudará a incluir una terapia adecuada con la que solventar los problemas en el lenguaje.