Listeriosis durante el embarazo: lo que debes saber

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Jun 30, 2020   Maternidad

La listeriosis es una infección bacteriana causada por la bacteria Listeria monocytogenes. Aunque es poco habitual en personas sanas, en grupos de riesgo como embarazadas y personas con sistema inmune debilitado puede llegar a ser muy grave.

En este artículo, te contamos todo lo que debes saber sobre listeriosis y embarazo.

La listeriosis

La infección por listeria o literiosis es una enfermedad transmitida por los alimentos. Se trata de la infección por una bacteria que habita normalmente en la naturaleza y que puede hacer que los animales sean portadores, además de contaminar verduras y hortalizas.

Por estas razones, la listeria puede hallarse en:

  • Carnes y pescados crudos
  • Frutas, verduras y hortalizas crudas
  • Lácteos no pasteurizados
  • Alimentos procesados
  • Pescados ahumados
filete de ternera crudo: listeriosis
Durante el embarazo, se debe evitar al completo el consumo de alimentos crudos donde pueda habitar la listeria.

Sin embargo, la cocción y la pasteurización pueden acabar con la bacteria, por lo que se recomienda a los grupos de riesgo cocer las carnes y verduras y evitar el consumo de leche, quesos u otros lácteos no pasteurizados.

Por otra parte, debemos tener en cuenta también que la listeria puede aparecer incluso una vez cocinados los productos. En efecto, puede aparecer e infectarlos después de la cocción y antes de ser envasados o consumidos. Por eso, los alimentos listos para su consumo (salchichas, carnes frías, fiambres), pueden ser también potencialmente peligrosos.

Además, esta bacteria es capaz de sobrevivir a la congelación y la refrigeración, y puede contagiarse de la madre al feto, siendo altamente peligrosa para éste. Por esta razón, es indispensable que la madre mantenga ciertas medidas a fin de evitar infectarse.

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Tipos de listeriosis

La listeriosis es una de las enfermedades de transmisión alimentaria más graves, aunque afortunadamente es rara (según la OMS, de 0,1 a 10 casos anuales). No obstante, a pesar del reducido número de casos, tiene una alta tasa de mortalidad. Por esta razón, su prevención es de suma importancia.

Existen dos tipos de literiosis:

  • No invasiva. Se trata de una forma leve de infección que provoca una gastroenteritis febril por listeria. Suele afectar a personas sanas y, aunque no es grave, puede serlo para los grupos de riesgo, entre los que se encuentran las mujeres embarazadas.
  • Invasiva. Este tipo de listeriosis es altamente peligrosa, con una tasa de mortalidad que puede llegar al 20 % o 30 %. De hecho, entre sus síntomas se encuentran la fiebre, el dolor muscular, la septicemia e incluso la meningitis.

En cuanto a sus respectivos periodos de incubación, en ambos casos suele ser de una a dos semanas. No obstante, puede incluso extenderse a tres meses, de modo que puede llegar a ser realmente difícil detectar la infección a tiempo.

Listeriosis y embarazo

Aborto espontáneo
Uno de los principales riesgos es el aborto espontáneo o el parto prematuro, por lo que debemos prestar especial atención a este grupo de riesgo.

La listeriosis es especialmente peligrosa durante el embarazo, y no solo para la madre. En efecto, puede contagiarse la infección al feto, que es especialmente vulnerable. De este modo, puede provocar:

  • Aborto espontáneo
  • Parto prematuro
  • Infección del feto o del recién nacido
  • Muerte del feto o del recién nacido (aproximadamente el 22 % de los casos de listeriosis perinatal acaban en muerte del feto o del neonato).

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Como mencionamos anteriormente, los síntomas suelen aparecer después de haber consumido el producto contaminado. Así, días después, entre los síntomas podrán observarse:

  • Fiebre
  • Dolores musculares
  • Vómitos
  • Náuseas
  • Dolor de cabeza

La infección puede aparecer durante cualquier momento del embarazo. Sin embargo, es más normal que aparezca durante el último trimestre, puesto que el sistema inmunológico de la madre puede encontrarse levemente debilitado.

En relación al tratamiento, es mejor iniciarlo cuanto antes. En este sentido, si se presentan los síntomas, debe acudirse inmediatamente al médico que, mediante un sencillo análisis de sangre, podrá determinar si se padece infección por listeria. A partir de ahí, el tratamiento consiste en antibióticos que, además, ayudarán a prevenir la infección del feto.

Prevención

Mujer cocinando
A la hora de cocinar debemos tener un especial cuidado para evitar las contaminaciones cruzadas entre alimentos cocinados y crudos.

En general, la OMS propone 5 claves para la inocuidad de los alimentos:

  1. Mantener la limpieza. Es importante lavar bien los productos, lavar las manos antes de cocinar, así como mantener la cocina y el frigorífico limpios.
  2. Separar alimentos crudos y cocinados. Es decir, evitar la contaminación cruzada entre ellos.
  3. Cocinar completamente. Se ha comprobado de cocinar a más de 70 ºC contribuye a la inocuidad de los alimentos. No obstante, debemos tener en cuenta que algunos requieren especial atención (por ejemplo, carnes picadas).
  4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras. Para ello, debemos evitar dejar los alimentos cocinados más de dos horas a temperatura ambiente. Asimismo, tampoco debemos descongelarlos fuera del frigorífico y, siempre, respetar las fechas de caducidad.
  5. Usar agua y materias primas seguras. Se recomienda evitar los alimentos procesados y envasados.

En el caso de la listeria, puesto que puede encontrarse presente en alimentos no cocinados y no pasteurizados, las medidas de prevención vendrán encaminadas a evitar el consumo de este tipo de productos.

Así, además de las medidas anteriores, las mujeres embarazadas deben:

  • Evitar consumir leches y lácteos no pasteurizados (entre ellos, quesos blandos).
  • Calentar los fiambres y carnes frías procesadas (por ejemplo, salchichas) a, por lo menos, 70 ºC antes de consumirlas.
  • Evitar el consumo de pescados y carnes ahumados.
  • Guardar las sobras en el frigorífico antes de que se encuentren más de dos horas a temperatura ambiente. Además, consumirlas tras, como mucho, 2 o 3 días.
  • Leer las etiquetas de los productos y seguir las pautas de conservación.

Conclusión

En definitiva, la listeriosis es una infección rara, pero no por ello debemos dejar de aplicar ciertas medidas para evitarla. Además, en el caso de embarazadas, se debe tener especial cuidado, pues los efectos sobre el feto podrían llegar a ser mortales.

Deben mantenerse correctas medidas de higiene y evitar carnes y pescados procesados, lácteos no pasteurizados y alimentos crudos (especialmente carnes, verduras y hortalizas). Por último, nada más observar los síntomas, la embarazada debe acudir al médico para iniciar cuanto antes un tratamiento.