La petite mort: qué es y por qué se produce

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Jun 30, 2020   Pareja

La petite mort o «pequeña muerte» hace referencia a un estado de desvanecimiento que se da en algunas mujeres después de haber alcanzado un intenso orgasmo.

Para muchos, se trata sólo de un mito. No obstante, existe cierta evidencia científica para defender que, quizás, la petite mort sí existe.Te lo contamos en este artículo.

¿Qué es la petite mort?

Mujer experimentando un orgasmo o petite mort
Los estudios muestran que las señales cerebrales cambian tras el orgasmo.

La petite mort es un cambio en el estado de consciencia femenino después de un orgasmo. Tradicionalmente se describe como un desvanecimiento o pérdida de conciencia.

Como tal, no ha sido exhaustivamente estudiado, y ha sido relegado a los ámbitos de los mitos sexuales y de la espiritualidad. En efecto, en muchas culturas, el orgasmo ha sido visto como una especie de trance espiritual.

Sin embargo, la ciencia actual ha querido indagar en las causas fisiológicas de esta «pequeña muerte». De este modo, diversos estudios han podido comprobar que el electroencefalograma realmente cambia durante y después del orgasmo, y que la actividad cerebral se ve alterada.

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¿Qué pasa en el cerebro durante el orgasmo?

Mujer experimentando un orgasmo
Las miles de terminaciones nerviosas del clítorix estimulan algunas centros nerviosos y bloquean otros.

El momento del clímax activa numerosas áreas de nuestro cerebro. De hecho, existen más de 8.000 terminaciones nerviosas en el clítoris, cuya excitación provoca, literalmente, un bombardeo de sensaciones en el cerebro.

Un estudio llevado a cabo por científicos del Colegio de Artes y Ciencias de la Universidad Northwestern de Evanston (EE.UU.) ha querido establecer cómo el orgasmo afecta al cerebro. Así, según los autores, si la estimulación sexual es rítmica y suficientemente intensa, puede provocar lo que se denomina “arrastre neuronal”.

De esta forma, en respuesta a la activación del circuito de recompensa provocado por el placer, el cerebro comienza a activar diversas estructuras tales como la amígdala, el cerebelo, el núcleo accumbens (liberando dopamina) o la glándula pituitaria (liberando endorfinas u oxitocina).

En este sentido, esta superexcitación provoca un «trance sexual» en el que se inhibe la corteza orbitofrontal lateral. En consecuencia, durante el orgasmo, existe un único foco para el cerebro: la sensación que se experimenta. De este modo, casi podríamos afirmar que el sexo es, per se, un estado alterado de la consciencia.

No, el cerebro no «se apaga» durante el orgasmo

Mujer experimentando un orgasmo
Durante el orgasmo, el cerebro se activa progresivamente hasta un punto máximo.

Durante algunos años se creyó que la actividad cerebral de algunas partes del cerebro femenino descendía notablemente durante el orgasmo. Sin embargo, un estudio logró demostrar que se trata, precisamente, de todo lo contrario.

En efecto, tras solicitar a diversas voluntarias que llegaran al orgasmo mientras se les realizaba una resonancia magnética, los científicos pudieron llegar a una conclusión. Durante el orgasmo, la actividad cerebral aumenta gradualmente hasta llegar a su punto máximo, y luego descender.  

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¿Pequeña muerte?

Pareja después del sexo
Más que «pequeña muerte» el orgasmo aporta beneficios diversos al organismo.

Quizás en estas variaciones extremas (del punto máximo a la relajación posterior) de la actividad cerebral durante el orgasmo, se encuentre el origen de la denominada «petite mort«.

No es de extrañar que, después de una sobrexcitación en todos los sentidos, algunas mujeres experimenten cierto desvanecimiento. Quizás, al menos, necesitan unos instantes para volver a poner en orden su actividad cerebral.

En cualquier caso, los beneficios del orgasmo femenino son muchos:

  • Permite descansar mejor.
  • Mejora el humor.
  • Aumenta la autoestima.
  • Facilita la tolerancia al dolor. En efecto, el orgasmo femenino tiene un efecto analgésico. Durante el clímax, el núcleo dorsal del rafe se activa, liberando serotonina, una hormona que inhibe el dolor.
  •  Reduce el estrés.
  • Es bueno para el corazón.

Así que no se preocupe nadie: el orgasmo no implica muerte alguna. Por el contrario, se trata de un placer que, además, aporta numerosos beneficios fisiológicos y cerebrales. Por lo tanto, ya sea en compañía o masturbándote en solitario, este «trance sexual» está altamente recomendado.