Muerte súbita infantil

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Jun 30, 2020   Maternidad

La muerte súbita infantil es una de las mayores preocupaciones de los padres al tener un bebé. La muerte súbita en sí consiste en una parada cardiaca en una persona que aparentemente estaba sana o que no tenía ninguna patología conocida.

A esta situación también se le llama muerte súbita del lactante o muerte de cuna. Estos nombres se deben a que ocurre en niños menores de un año y, generalmente, sucede mientras duermen en la cuna. Es una de las principales causas de muerte desde el nacimiento hasta el primer año de vida.

Se estima que su incidencia es de 1 y 3 por cada 1000 recién nacidos. Aunque no se conoce exactamente por qué se produce, los científicos han conseguido asociarlo a ciertas situaciones, como la posición a la hora de dormir. Por ello, en los últimos años, ha disminuido el número de bebés afectados.

Se trata de un problema muy complejo y preocupante. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la muerte súbita infantil y los principales factores de riesgo, para que puedas evitarlos en caso de tener un bebé.

¿Por qué ocurre la muerte súbita infantil?

Como ya hemos mencionado, la muerte súbita infantil consiste en el fallecimiento de un bebé menor de un año al que no se le había diagnosticado ninguna enfermedad. En la actualidad, aún no conocemos por qué sucede. Sin embargo, sí que se conocen ciertos factores que aumentan el riesgo.

En primer lugar, los factores de riesgo de muerte súbita son ciertas condiciones del propio bebé. Por ejemplo, se ha demostrado que los bebés prematuros o con bajo peso al nacer tienen mucho más riesgo de padecerlo.

Bebé prematuro en la incubadora

Esto es así porque sus órganos no están completamente maduros. Tanto la respiración como el latido cardiaco pueden fallar. Lo mismo ocurre con los bebés que tienen algún defecto en el desarrollo de su sistema nervioso.

Cualquier infección respiratoria previa también puede ser un factor de riesgo para la muerte súbita. Muchas de ellas no se curan completamente y, posteriormente, conducen a esta complicación.

Además, hay otros aspectos como la edad y el sexo del bebé que también influyen. Parece que el momento más crítico es entre los 2 y 4 meses de vida. Así mismo, los varones tienen más tendencia a sufrir muerte súbita infantil.

Por otra parte, se ha observado que ciertas conductas maternas pueden estar relacionadas, como el hábito tabáquico. Ocurre lo mismo con otras drogas que se hayan consumido durante el embarazo; por ejemplo, en los bebés de madres cocainómanas.

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¿Qué relación hay entre la postura al dormir y la muerte súbita?

Los científicos comprobaron que la muerte súbita infantil afectaba con más frecuencia a bebés que dormían boca abajo. Lo mismo ocurría con aquellos que dormían de lado y acababan girando sobre sí mismos durante el sueño.

Esto parece tener relación con el hecho de que, al estar boca abajo, la dificultad para respirar es mayor. Es importante asegurarse de que no hay nada que pueda impedir que el aire entre correctamente por las vías respiratorias del bebé.

Por ello, se recomienda que los bebés duerman boca arriba. Además, lo ideal es que duerman en una cuna en la misma habitación que alguno de los padres. Así, se aumenta la probabilidad de que los padres se den cuenta de algún ruido extraño del bebé.

Sin embargo, no se debe compartir la cama con el niño. Del mismo modo, hay que vigilar otros aspectos, como la temperatura. Para prevenir la muerte súbita infantil también se recomienda evitar que el bebé esté a una temperatura demasiado alta.

Bebé durmiendo

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¿Cuáles son las recomendaciones generales para evitarlo?

Además de colocar al bebé boca arriba a la hora de dormir y controlar la temperatura, hay otras medidas que pueden reducir la incidencia de la muerte súbita. En primer lugar, también se recomienda que la cama del bebé sea firme, ya que las almohadas o las mantas también implican riesgo de asfixia.

Por otra parte, es muy importante evitar fumar, ya sea durante el embarazo o cerca del niño. Lo mismo sucede con cualquier otro tipo de droga. Hay que tener en cuenta que el alcohol, aunque sea una sustancia legal, también es muy perjudicial durante la gestación.

No obstante, el aspecto más relevante es acudir al pediatra con frecuencia. Él realizará los exámenes permanentes al bebé y, además, le dará a los padres una serie de indicaciones simples para evitar, en lo posible, la muerte súbita infantil.