Bronquitis en niños: síntomas y tratamientos

La bronquitis en niños es una patología muy frecuente que, de manera habitual, está causada por un virus. Consiste en la inflamación de la mucosa que reviste los bronquios.

Los bronquios son los conductos en los que se bifurca la tráquea en dirección a los pulmones. Por allí circula el aire llevando oxígeno a los alvéolos, en donde se realizará el intercambio gaseoso. La conformación anatómica del aparato respiratorio en la infancia, favorece las bronquitis por el menor diámetro en todo su recorrido.

Esta patología suele aparecer en los meses de invierno, debido a que el frío y la sequedad del ambiente promueven las infecciones virósicas. Además, la mayoría de los pacientes son menores de 4 años.

¿Cuál es la causa de la bronquitis en niños?

La bronquitis en niños suele estar causada por una infección vírica. En muchos casos aparece justo después de un resfriado común, o incluso se superponen ambos cuadros clínicos. Los virus que la producen con más frecuencia son:

• Adenovirus
• Virus respiratorio sincitial
• Rinovirus
• Virus influenza

Todos ellos se propagan de la misma manera. Cuando una persona tose o estornuda, expulsa pequeñas gotitas que contienen el agente infeccioso. Las partículas virales pueden alcanzar a otras persona y, si esas gotitas entran en contacto con la boca, los ojos o la nariz del niño, sucede el contagio.

Por otra parte, debemos destacar que hay una serie de factores que aumentan el riesgo de sufrir tanto bronquitis aguda como crónica. Lo primero es el clima, ya que el frío, la contaminación y la sequedad favorecen que la mucosa respiratoria se irrite.

Otro de los factores de riesgo primordiales es el tabaco. La bronquitis en niños puede cronificarse si el niño es fumador pasivo por culpa del hábito de sus padres o cuidadores.

La guardería y los centros de cuidado son puntos de riesgo, aunque parezca ilógico pensarlo de esa manera. Allí, los niños se contagian más fácil por el contacto directo con otros pequeños que pueden estar incubando la enfermedad.

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¿Cuáles son los síntomas?

La bronquitis en los niños tiene síntomas parecidos a un resfriado. Al principio, puede haber obstrucción y goteo nasal, además de fiebre. La elevación de la temperatura es variable en cada caso, pudiendo ser un pequeño solo con febrícula al inicio, o debutar con altas temperaturas.

Suele comenzar con una tos seca, irritante y dolorosa. Sin embargo, poco después se vuelve productiva, y el moco que se expulsa es de color amarillo o verdoso. Los accesos de todos resultan  aparatosos, obligando al niño a realizar un gran esfuerzo mecánico pulmonar, que a la larga se traduce en dolor de pecho.

La bronquitis en los niños evoluciona hacia una obstrucción bronquial. Por eso es frecuente escuchar ruidos al respirar, que son las sibilancias, según su nombre clínico. Cuando la obstrucción es muy grave, la falta de aire y la cianosis (color azulado de la piel) por falta de oxígeno son signos de alarma.

Además, no es infrecuente que los pequeños tengan sensación de opresión en el pecho y dolor de cabeza. Los lactantes no pueden expresarlo, pero cuando son más grandes están en condiciones de manifestarlo.

Se considera que la duración habitual de la bronquitis en niños sea de una semana. Si esta situación se alarga más de 10 días, puede tratarse de una sobreinfección por bacterias, las cuales aprovechan que el sistema inmunitario se encuentra avocado a otra tarea, para instalarse en el cuerpo.

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¿Cómo se trata la bronquitis en niños?

La bronquitis en los niños suele autorresolverse y no generar complicaciones. Sin embargo, hay casos en los que se cronifica, es decir, prolonga su duración por hasta un mes. Por fortuna, esto es poco común en los infantes.

Al tratarse de una infección vírica leve, la bronquitis en niños no suele necesitar ningún tratamiento específico. Se recomienda que el pequeño beba mucho líquido, ya que esto hace que la mucosidad sea menos espesa y se expulse con más facilidad.

Además, es importante el reposo. Si hay fiebre, se pueden tomar medicamentos antitérmicos, al igual que para los dolores de cabeza y pecho se recomiendan antiinflamatorios no esteroideos. Siempre debe mediar una receta y una prescripción profesional.

En algunos casos, si el niño presenta muchos ruidos al respirar, que son las sibilancias. En dicha situación, el pediatra puede indicar medicamentos broncodilatadores que se administran mediante un inhalador. Esto no quiere decir que exista asma, sino que se trata algo pasajero, y la medicación finalizará una vez resuelto el cuadro.

La bronquitis en la infancia es común, pero prevenible

Es habitual y frecuente que los niños padezcan bronquitis agudas. De todas maneras, se pueden tomar medidas para prevenir los cuadros y evitar que se compliquen. Protegerlos del frío y del humo del tabaco son dos acciones básicas que mejoran con notoriedad la evolución y aparición de la mucosidad, las sibilancias y la falta de aire.