6 señales que alertan del hígado graso

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Jun 30, 2020   Salud

¿Cuáles pueden ser las señales que alertan del hígado graso? ¿Son fáciles de identificar o solo son detectables en pruebas de laboratorio? ¿Están la fiebre y el dolor abdominal entre ellas?

Cuando se acumula grasa en las células hepáticas, se habla de esteatosis hepática, es decir, hígado graso. Esta es una enfermedad que impide que el hígado realice sus funciones correctamente.

¿Qué hace el hígado?

El hígado se encarga de realizar varios procesos: producir proteínas, regular el metabolismo de las grasas, eliminar las toxinas de la sangre y controlar la cantidad de aminoácidos a nivel general.

En pocas palabras, el hígado es un órgano que ayuda a digerir los alimentos, almacenar energía y eliminar toxinas. Por ello, es esencial para el bienestar general.

Si no puede cumplir sus funciones, la salud del resto del organismo se resiente y por ello, la persona afectada comienza a experimentar diversas molestias, algunas de ellas tan comunes que pueden confundirse con otros problemas de salud.

Las personas que consumen alcohol en exceso de forma regular son muy propensas a sufrir de hígado graso. Sin embargo, el alcoholismo no es el único factor de riesgo asociado a esta enfermedad. Otros factores asociados son:

  • Padecer de diabetes.
  • Sufrir de sobrepeso u obesidad.
  • Mantener malos hábitos alimentarios.
  • Tener los niveles de colesterol altos, etc.

6 señales que alertan del hígado graso

En la mayoría de los casos, la esteatosis hepática es asintomática. Eso quiere decir que hasta que la persona no se realiza un estudio, es difícil detectarla. Algunas pruebas que sirven para diagnosticar esta enfermedad son:

  • Análisis de sangre.
  • Ecografías hepáticas.
  • Biopsias del hígado.

Entonces no existe un conjunto de señales que alertan del hígado graso concretamente. Sin embargo, cabe destacar que algunos pacientes sí experimentan síntomas, o ciertos problemas de salud, que se pueden relacionar con el hígado graso. Veámoslas a continuación.

1. Dolor abdominal

El hígado graso puede cursar con dolor abdominal.

Según lo que han experimentado algunos pacientes, se considera que una de las señales que alertan del hígado graso es el dolor abdominal. Aunque no el que aparece de forma aislada, sino aquel se presenta junto con otras molestias.

Se experimenta en el centro o parte superior derecha del abdomen. Sin embargo, no tiene que ver con una actividad ni esfuerzo puntual. Puede aparecer después de comer porque el estómago se expande y presiona sobre el hígado agrandado.

2. Hinchazón abdominal

Otra de las posibles señales que alertan del hígado graso es la hinchazón abdominal que también se conoce como ‘ascitis‘. Consiste en la presencia de líquidos entre los peritoneos visceral y parietal y suele ser consecuencia de una enfermedad hepática.

Los síntomas de la ascitis son:

  • Indigestión.
  • Distensión abdominal.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor en la parte baja de la espalda.
  • También pueden presentarse edemas en los tobillos.

3. Fatiga

Una de las posibles señales que alertan del hígado graso es la falta de energía y la fatiga constante. Como el hígado no puede funcionar correctamente, el metabolismo se vuelve más lento y entonces aparece un cansancio inexplicable,

También es posible experimentar problemas de concentración, confusión, entre otros síntomas.

4. Orina oscura

A través de la orina, podemos detectar algunas dolencias o enfermedades. No hay que olvidar que este líquido transporta toxinas y desechos. En el caso de padecer hígado graso, la orina será de un color más oscuro de lo habitual. Además, las heces también pueden presentar cambios, ser más blancas o color arcilla, y más hedor que de costumbre.

6. Cambios en la piel

Otra de las señales que alertan del hígado graso tiene que ver con los cambios en la piel. El cambio mas significativo en la piel cuando hay hígado graso, es la aparición de la ictericia. Este coloración amarilla aparece en la piel y las mucosas, debido al aumento en los niveles de bilirrubina acumulada en los tejidos.

Otros cambios en la piel debido al hígado graso son:

  • Fragilidad capilar.
  • Cuello y axilas descoloridas.
  • Palmas de las manos enrojecidas.
  • Arañas vasculares en espalda, pecho u hombros.
  • Debajo de las uñas pueden aparecer manchas blancas.

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La dieta y el hígado graso

La dieta para el hígado graso debe pautarla el médico.

Una vez que se haya diagnosticado el hígado graso, el siguiente paso es comenzar un tratamiento adecuado. Además de los medicamentos que puede recetar el médico, es fundamental seguir una dieta baja en grasas.

A continuación, te damos algunas recomendaciones:

  • Reduce la ingesta de productos refinados: en este grupo se encuentran las harinas y los azúcares blancos. Procura optar en su lugar, por granos enteros y versiones integrales.
  • Sigue una dieta mediterránea: es una de las más sanas que existe, ya que está basada en muchos alimentos bajos en grasas o con grasas saludables.
  • Evita el alcohol: es uno de los principales enemigos del hígado. Además, el consumo de bebidas alcohólicas en exceso puede derivar no solo en esteatosis, sino también en cirrosis.
  • No tomes ciertos medicamentos: consulta con tu médico para saber qué fármacos pueden ser perjudiciales si padeces hígado graso.
  • Haz deporte: la práctica regular de ejercicio ayuda a que el sistema hepático funcione correctamente. Es recomendable practicarlo por lo menos 3 veces a la semana.

Recuerda que si bien es importante reposar, es necesario realizar un poco de ejercicio a diario para favorecer el proceso de recuperación y, al mismo tiempo, apoyar la salud del resto del organismo. Por lo tanto, no descartes del todo esa caminata de 30-40 minutos al día, ni tu sesión de estiramientos.