Bronquiectasia: todo lo que debes saber

La bronquiectasia es una dilatación anormal e irreversible que afecta a los bronquios. En esta patología se altera la forma de los bronquios, que aparecen cortos y muy ensanchados. Puede manifestarse a cualquier edad y los síntomas suelen manifestarse de forma gradual. Además, tienden a empeorar con el paso de los años.

Implica dificultad para conducir el aire desde la tráquea hasta el árbol bronquial por la reducción de la luz o diámetro de estos conductos.

Veamos más a continuación.

Síntomas de la bronquiectasia

Las manifestaciones más comunes que presentan los pacientes con esta alteración son:

• En primer lugar, tos continuada y crónica: el paciente expulsa una gran cantidad de esputo que presenta un mal olor característico. Asimismo, se puede presentar hemoptisis (expulsión de sangre durante la tos).

• También fatiga, cansancio y debilidad que empeora a la hora de realizar ejercicio físico continuado.

• Por otro lado, gran dificultad para respirar: en ocasiones se puede apreciar una especie de silbido o sonido muy agudo que produce el aire al entrar en las vías respiratorias.

• Por último, palidez y malestar general.

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Causas de la bronquiectasia

El Manual MSD indica que «En muchas bronquiectasias no se puede determinar la causa a pesar de una evaluación exhaustiva».

En líneas generales, las infecciones respiratorias graves o recurrentes son la causa más común. Otras causas pueden ser: la fibrosis quística, ciertos trastornos autoinmunitarios, la inhalación de sustancias tóxicas, trastornos hereditarios como la discinesia ciliar primaria, entre otros.

Bronquiectasia por una complicación de otra patología

Suele aparecen en aquellas enfermedades que provocan el debilitamiento del sostén elástico de los músculos de la pared pulmonar. Las patologías más frecuentes que cursan con bronquiectasia son:

• Asma.
• Bronquitis.
• Fibrosis quística.
• Neumonía grave.
• Fibrosis quística.
• Tuberculosis pulmonar.
• Infecciones bacterianas.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
• Inmunodeficiencias (favorecen el desarrollo de infecciones respiratorias).
• Tumores pulmonares (reducen la capacidad pulmonar al comprimir las estructuras).
• Aspiración de cuerpos extraños (quedan alojados en los bronquios y bloquean el paso de aire).

Tipos de bronquiectasia

Podemos diferenciar dos subtipos de bronquiectasia en función de la zona afectada:

• Por un lado, unilateral: la enfermedad sólo afecta a un pulmón del paciente.
• Por otro lado, bilateral: la alteración se ha propagado a los dos pulmones del individuo.

En ambos casos la afección aparece con más frecuencia en la región inferior de estos órganos. Cuanto mayor sea la extensión del área afectada, mayor gravedad y compromiso vital presenta el paciente.

Otra forma de clasificar la bronquiectasia es según la forma final que presentan los bronquios:

• Cilíndrica: en las imágenes se aprecian unos bronquios «cerrados» abruptamente y sin ramificaciones. Asimismo, los bronquios más pequeños contienen exudado inflamatorio.

• Varicosa: algunos bronquios aparecen inflamados mientras que otros se encuentran contraídos

• Sacular: en este caso los bronquios no presentan a simple vista los daños de la enfermedad. Sin embargo, al microscopio el equipo médico puede apreciar la destrucción, inflamación y secreción de esta región.

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Diagnóstico de la bronquiectasia

Normalmente las técnicas que se utilizan para su identificación son las siguientes:

• Radiografía de tórax: es una prueba en desuso, puesto que los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de otras técnicas de imagen con mayor resolución. El hallazgo característico es que haya una zona en color negro debido a la falta de aire.

• Tomografía Axial Computarizada (TAC): la imagen es de gran calidad, de este modo el equipo médico puede identificar con mayor seguridad este problema.

• Otras pruebas. Se pueden recomendar la realización de otros exámenes a fin de estudiar la enfermedad subyacente en el caso de la bronquiectasia adquirida.

Tratamiento de la bronquiectasia

Actualmente no se ha desarrollado aún una cura eficaz para este trastorno. Sin embargo, el equipo médico puede administrar medicamentos e incluso recomendar la cirugía si es necesario con tal de mejorar la vida del paciente.

El espectro farmacológico más empleado para el tratamiento de la bronquiectasia incluye antibióticos, broncodilatadores  y expectorantes:

• En primer lugar, los antibióticos tratan las infecciones bacterianas, una complicación frecuente de esta enfermedad.
• A continuación, los broncodilatadores, los cuales expanden las vías respiratorias.
• Por último, los expectorantes. Estos favorecen la expulsión de esputo.

Notas importantes:

• Los procedimientos quirúrgicos solo se llevan a cabo en los casos más graves y consisten en la extirpación del pulmón afectado. Sin embargo, hay que señalar que se tiende a tener una actitud conservadora al respecto.
• En ningún caso es recomendable recurrir a remedios naturales ni a la automedicación, ya que esto puede ser sumamente riesgoso. Por ello, cuando se tengan inquietudes, lo mejor será consultar siempre con el profesional.

En cuanto a la prevención, se puede decir que la práctica de buenos hábitos de vida contribuye significativamente con el bienestar. Así pues, llevar una dieta equilibrada, realizar actividad física a diario, evitar el tabaquismo, el alcoholismo, entre otros hábitos nocivos, ayuda a reducir el riesgo de padecer problemas de salud, como la bronquiectasia.