Técnicas de diagnóstico de leucemia linfocítica aguda

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Jun 30, 2020   Salud

La leucemia linfocítica aguda es un subtipo de cáncer grave que puede ser mortal si no se trata a tiempo. Afecta a los glóbulos blancos de nuestro organismo, los linfocitos. También se puede denominar leucemia linfoblástica aguda.

Normalmente los linfocitos son los glóbulos blancos más importantes puesto que forman gran parte del tejido linfático. A partir de ellos se sintetizan nuevas células especializadas en la defensa de nuestro organismo frente a cuerpos extraños. De esta manera todas estos microorganismos forman nuestro sistema inmunológico.

Por norma general, durante el cáncer las células alteradas empiezan a reproducirse sin control y no poseen una muerte natural programada. Asimismo, como este tipo de tejido se encuentra asociado a la sangre puede extenderse fácilmente a otras regiones corporales.

Técnicas de diagnóstico de la leucemia linfocítica aguda

Con el fin de calmar los posibles síntomas de la enfermedad y buscar una cura adecuada se necesita primero identificar la enfermedad. Para ello el equipo médico correspondiente puede utilizar distintas técnicas médicas.

Examen físico

En él, se realiza una comprobación de los signos o síntomas que siente el paciente. Asimismo, se analizará la exposición del paciente a diversos factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad.

En especial, se estudiará el estado de ciertas regiones como el bazo, el hígado o de los ganglios linfáticos. También se repasará la historia clínica y los antecedentes (familiares cercanos que han sufrido la misma alteración).

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Análisis de sangre completo

Por norma general se extrae una cantidad variable de sangre de una vena del brazo con ayuda de una aguja. Sobre todo se calculan y estudian los niveles de las diferentes células sanguíneas.

Si se sospecha la presencia de esta enfermedad se deberán controlar los niveles de linfocitos, que aparecen por encima de lo normal. Otros valores pueden determinar la presencia de otras enfermedades o daños debidos a la patología.

Pruebas médicas de la médula ósea

En estos procedimientos se investiga el estado de la médula ósea que forma parte de nuestro cuerpo. Este subtipo de cáncer se origina en esta región. Por norma general este tipo de procedimientos responden al siguiente esquema:

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1. Aspiración y biopsia de la médula ósea

Puede realizarse en cualquier hueso pero normalmente se actúa sobre la pelvis. Para ellas, se anestesia de forma local al paciente y se coloca en una posición adecuada.

A continuación se introduce una aguja hueca fina y se aspira médula ósea en estado líquido. Posteriormente se desplaza otra aguja de mayor tamaño y se obtiene una pequeña parte del hueso con la médula.

2. Análisis en laboratorio

A partir de las muestras obtenidas en las pruebas anteriores se examinan los linfocitos en ellas. Se estudia el porcentaje total que forman, su tamaño, su forma y se aplican distintas tinciones sobre ellos.

Estos colorantes solo reaccionan ante la presencia de ciertas sustancias químicas que permiten identificar y clasificar la enfermedad. Para realizar esta distinción también pueden utilizarse ciertos anticuerpos u otras proteínas.

3. Pruebas relacionadas con los cromosomas de las células

Por norma general, las células humanas poseen veintitrés pares de cromosomas. Sin embargo, durante este subtipo de cáncer es posible que se produzcan ciertas alteraciones en ellos. Por ejemplo, una sección puede ausentarse, es decir, se produce una delección. A menudo dos cromosomas aparecen adheridos de forma anormal. Esto se debe a un tipo de intercambio de ADN conocido como translocación.

4. Punción lumbar

Médico practicando una punción lumbar

Se analiza el líquido cefalorraquídeo para comprobar si se ha extendido el cáncer a otras zonas del Sistema Nervioso o SN.

5. Biopsia de los ganglios linfáticos

Se extrae y analiza parte de este tejido para estudiar la presencia de linfomas. En ocasiones se extirpa el ganglio linfático por completo.

6. Obtención de imágenes corporales

Asimismo, el equipo médico puede llevar a cabo la obtención de distintas imágenes mediante distintas técnicas. Por ejemplo:

  • Rayos X. Normalmente se realiza para detectar infecciones en el área torácica (pulmones) a partir de la enfermedad.
  • Tomografía Axial Computarizada o TAC. En estas imágenes se puede comprobar si los ganglios linfáticos u otros órganos se encuentran agrandados.
  • Resonancia Magnética. También se hace para detectar otras infecciones y alteraciones que tienen su origen en el cáncer.
  • Otras pruebas como la ecografía y distintos subtipos de gammagrafía (con galio).