Lectores en edad escolar

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Jul 01, 2020   Bebé

Escuchar y aprender

Desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, la capacidad de lectura de un niño crece a pasos agigantados. Si bien los maestros brindan gran ayuda, los padres siguen cumpliendo un papel muy importante en el desarrollo de la lectura de su hijo.

Los niños que están comenzando a aprender a leer incorporan más información escuchando la lectura de un libro en voz alta que leyéndolo por su cuenta. Esto es especialmente cierto en lo que respecta al desarrollo del vocabulario: los niños aprenderán mucho más sobre el significado de las palabras escuchando la lectura de un libro en voz alta y hablando sobre las nuevas palabras con sus padres que leyendo por su cuenta.

A medida que mejoran las habilidades de lectura de su hijo, este comenzará a leer por su cuenta. Sin embargo, esto no significa que deba dejar de leerle. Leer juntos en voz alta puede ayudar a ampliar el vocabulario, a mejorar las habilidades de lectura y a promover un sentido de intimidad entre usted y su hijo. Fomente charlas sobre los personajes y comparta su reacción a los libros para ayudar a reforzar la conexión entre lo que lee y la vida cotidiana.

La lectura y el desarrollo

Aquí se muestra de qué manera progresa generalmente la lectura desde el jardín de infantes hasta el tercer grado:

Jardín de infantes. Este es el momento en que la mayoría de los niños comienzan a aprender a leer. Al finalizar el año escolar, probablemente conozcan la mayoría de las letras y sus sonidos, sean capaces de unir las palabras con los mismos sonidos iniciales o finales y lean/escriban varias palabras simples. Es posible que también sean capaces de leer un texto simple.

Primer grado. Durante este año, la mayoría de los niños aprenden a leer muchas más palabras. Los niños vocalizan los sonidos de las letras de una palabra con una variedad de patrones fónicos, reconocen a simple vista una lista de palabras cada vez mayor y relacionan el significado con las palabras y oraciones que leen. Al finalizar el año escolar, la mayoría de los estudiantes de primer grado pueden leer libros simples por su cuenta.

Segundo y tercer grado. Los estudiantes de segundo y tercer grado siguen aprendiendo más patrones fónicos y palabras comunes para leer y deletrear, leen en voz alta de manera más expresiva y con mayor fluidez, usan el lenguaje para descubrir más acerca del mundo que los rodea y es posible que demuestren su preferencia por autores o tipos de libros específicos. Es muy probable que comience a notar un cambio a medida que su hijo comienza a concentrar su energía en aprender información nueva a través de un texto. Idealmente, los niños de esta edad aprendieron a leer y ahora leen para aprender.

Si en cualquier momento tiene inquietudes sobre el nivel de lectura de su hijo, hable con el maestro de su hijo, con su consejero de la escuela y con su médico. Es posible que los niños que no muestren un progreso adecuado en la lectura padezcan un trastorno de lectura, como dislexia. La mayoría de los niños pueden convertirse en lectores si cuentan con la asistencia educativa indicada, pero identificar el problema y abordarlo de manera temprana dará los mejores resultados.

¿Qué se puede leer?

A medida que su hijo se convierta en un lector más seguro, siga presentándole una amplia gama de libros. Si se trata de leer en voz alta, busque dos tipos de libros: los que su hijo puede leer por su cuenta y aquellos que están fuera de su nivel actual de lectura independiente. Gracias a esta combinación, su hijo puede releer algunos de estos libros por su cuenta, mientras que usted deberá leer (o al menos ayudar a leer) los más complicados, que le permitirán a su hijo disfrutar de una historia más sofisticada y aprender palabras nuevas.

Al momento de elegir libros, tenga como referencia principal los intereses de su hijo. ¿Deportes?, ¿música?, ¿dinosaurios? Busque libros sobre temas que sabe que a su hijo le interesan y libros que se relacionen con estos temas. Por ejemplo, si sabe que su hijo está interesado en las ballenas, busque libros que hablen sobre exploradores famosos o ficciones históricas que tengan como escenario buques balleneros. A medida que su hijo crece, descubrirá que le gusta leer libros cada vez más complejos que brindan enseñanzas sobre el mundo e introducen cuestiones éticas y sociales.

Hable sobre los libros que su hijo está leyendo por su cuenta y para la escuela, así como sobre sus temas y autores favoritos. Si el autor escribió una serie de libros, aliente a su hijo para que los lea a todos. A algunos niños les gusta llevar una lista de los libros de sus autores favoritos.

Otros tipos de libros que les pueden gustar a los niños son:

  • biografías de personas famosas
  • libros sobre niños que enfrentan desafíos
  • libros que contienen juegos de palabras
  • libros de misterio
  • libros de literatura fantástica o de ciencia ficción

Otra forma de captar el interés de su hijo es eligiendo libros que tengan una conexión personal. Cuéntele cuáles eran los libros favoritos de su infancia y cuéntele porqué le gustan tanto. A los niños también les puede gustar leer las versiones para jóvenes de las revistas que usted lee.

Cuándo y cómo leer

La agenda de un niño de edad escolar puede estar muy ajustada. Es posible que no tenga tiempo para sentarse a cenar porque tiene que pasar a buscar rápidamente a su hijo por la clase de fútbol para llevarlo a las clases de música. Pero si puede dedicar 30 minutos del día a leer con su hijo, ayudará a garantizar su éxito futuro en la lectura. Incluso si esto no fuera posible, recuerde que cualquier momento que le dedique a la lectura es mejor que nada.

Use las mismas estrategias que implementó cuando su hijo era más pequeño: hable acerca de lo que lee antes, durante y después de la lectura y haga preguntas abiertas que alienten a su hijo para que entable una conversación con usted. Lea de manera expresiva y con placer.

Pero a esta edad, es importante dejar que su hijo le lea a usted. Pueden optar por turnarse para leer ("Tú lees una página, luego yo leo otra", etc.). Para ayudarlo a comprender las palabras menos conocidas, puede "practicarlas" con anterioridad pidiéndole a su hijo que señale las palabras que usted dice en una página determinada o incluso en una línea específica del texto.

Si su hijo se encuentra con una palabra que no conoce mientras lee, aliéntelo a leer la palabra o segmentar la palabra en partes. Si la palabra sigue siendo difícil de leer sugiera que saltee la palabra y siga leyendo el resto de la oración y, luego, piense qué palabra tendría sentido en ese contexto ("¿Qué piensas que quedaría bien en esta oración?").

No corrija todos los errores que comete su hijo, ya que esto sería frustrante para ambos. Si su hijo parece sentirse desalentado o frustrado mientras lee, ofrézcale continuar con la lectura.

Si está leyendo un libro de capítulos más largos, aquí encontrará algunos consejos para mantener el interés de su hijo:

  • Antes de comenzar con un nuevo capítulo, hable un poco sobre lo que sucedió en el capítulo anterior.
  • Vuelva a leer las líneas que a su hijo le parecieron divertidas.
  • Deje que su hijo le lea a usted (si es que quiere hacerlo).
  • Si una parte del texto es demasiado complicada para su hijo, no tenga miedo de resumirla o saltearla. O también puede ofrecerse para continuar con la lectura.
  • Pregúntele a su hijo qué opina sobre las acciones o decisiones de un personaje. ¿Qué haría él en la misma situación? Deje las preguntas para el final para que su hijo pueda simplemente disfrutar de la historia.
  • Brinde su honesta opinión sobre lo que ha leído y pídale a su hijo que comparta la suya.

Dedicarle tiempo a la lectura

Leer en voz alta no es la única forma en que puede alentar a los niños para que lean. En la vida cotidiana se presentan muchas oportunidades, como pedirle a su hijo que lea una receta mientras cocinan juntos. O si está jugando un juego nuevo, pídale a su hijo que lea las instrucciones.

Puede incluir a los niños en la planificación de las vacaciones familiares pidiéndoles que lean los folletos o las revistas sobre un destino posible y resaltando lo que te interese.

Compre un diccionario para niños para que sus hijos puedan buscar las definiciones de las palabras nuevas y ayúdelos a buscar respuestas en una enciclopedia o en Internet. Cuando use Internet, enséñele a sus hijos a que cuestionen y piensen de manera crítica sobre la información que encuentran en línea.

Los niños deben tener un carné de biblioteca y muchas oportunidades para usarlo. Deje que su hijo seleccione libros y le pida ayuda al bibliotecario para encontrar los libros que busca.

A medida que su hijo crece y pasa menos tiempo con usted, leer juntos puede seguir siendo una manera de conectarse con él a diario. Hablar sobre lo que leyó le permite conocer la imaginación de su hijo y sus pensamientos sobre el mundo.