Aplicaciones de la nanotecnología para detectar el cáncer d

¡En esta ocasión os traemos una excelente noticia! Un grupo de investigadores japoneses y estadounidenses ha anunciado la creación de un sistema de nanotecnología que puede servir para detectar el cáncer de mama mediante el tacto.

Según un artículo publicado en la revista Nature Nanotechnology, los investigadores lograron crear una fibra sensible de 3,4 micrómetros de espesor. Este avance tecnológico permitiría el descubrimiento de tumores mediante pequeños dispositivos implementados en guantes de látex comunes.

Según declaraciones del profesor de la Universidad de Tokio Takao Someya, miembro del equipo que trabaja en esta línea de investigación: los dedos sensibles de un médico experimentado son capaces de detectar un tumor pequeño; sin embargo, lo que sienten no puede medirse ni cuantificarse.

Esta nueva tecnología permitirá suplir la falta de experiencia o de formación, lo cual ayudará a detectar con más facilidad y precisión diferentes neoplasias.

Sensores más precisos para la detección del cáncer de mama

Estos nuevos sensores tienen la particularidad de adaptarse y medir con precisión los cambios de presión cuando la superficie de la piel está retorcida o arrugada, lo cual los hace idóneos para la exploración de los senos.

Estos nanosensores son tan precisos que permite detectar anomalías incluso cuando se doblan en un radio de 80 micrómetros, una medida que equivale al doble del ancho de una cabello humano. La precisión de este hallazgo es tan asombrosa que parece ciencia ficción.

El prototipo es un cuadrado de 4,8 cm² adherido a un guante común con el que se podría evaluar hasta 144 puntos de presión de manera simultánea. Al parecer, las pruebas se realizaron con globos y vasos sanguíneos artificiales, lo cual ayudó a evaluar pequeños cambios de presión de manera precisa.

Su electrónica flexible tiene un gran potencial en la práctica clínica, pues ayudará a detectar con más facilidad y sin dolor distorsiones en los senos que podrían ser indicativas de cáncer de mama.

Ver también: Consejos para prevenir y detectar a tiempo quistes en los senos

El diablo del cáncer de mama

El cáncer de mama es la patología más frecuente entre las mujeres occidentales. Si bien cada vez es menos mortal en países con buenos sistemas sanitarios, los tratamientos son agresivos y las dificultades psicológicas que lo acompañan resultan dolorosas.

La comprensión social y emocional de esta enfermedad es esencial para una buena recuperación en las mujeres y hombres que lo padecen. Asimismo, el hecho de lograr avances médicos que permitan detectar el cáncer de mama con rapidez, contribuye a reducir el sufrimiento y a tratar el problema de manera menos violenta.

Vivir día a día con un cáncer resulta devastador, principalmente por el padecimiento que provoca la incertidumbre sobre el pronóstico, el tratamiento, los resultados y los seguimientos. La detección precoz es esencial: de hecho, aquellos tumores mamarios que se detectan en la etapa inicial tienen un 100% de posibilidades de curación.

Asimismo, las secuelas físicas y psicológicas de un cáncer de mama serán mucho menores. Este avance es fundamental ya que, a día de hoy, las principales pruebas de diagnóstico precoz son la mamografía y la exploración de los senos.

La mamografía es la técnica utilizada más eficaz a la hora de detectar lesiones incipientes en los senos. De hecho, permite detectar problemas hasta dos años antes de que sean palpables y cuando aún no han invadido otras zonas. La mamografía detecta el 90% de los tumores.

En cuanto a la exploración física, es poco eficaz y no permite diagnosticar tumores muy pequeños. No obstante, es primordial que se lleve a cabo de manera continuada. La exploración física detecta el 50% de los tumores mamarios.

Te recomendamos leer: ¿Qué es la mamografía y en qué puede ayudarnos?

Nanotecnología y aplicaciones en la lucha contra el cáncer

Actualmente se están desarrollando diversas líneas de investigación y aplicación de la nanotecnología en medicina y, más específicamente, en la lucha contra el cáncer. En este sentido, hoy sabemos que es posible aplicar estos avances a los tratamientos contra el cáncer, pues la escala métrica con la que se trabaja permitiría una mayor especificidad en los tratamientos.

Esto podría reducir los efectos tóxicos de los tratamientos actuales, como la quimioterapia o la radioterapia, y mejorar la solubilidad de aquellos tratamientos anticancerígenos que hoy en día resultan tan agresivos.

No cabe duda de que este y otros hallazgos en esta línea son una gran noticia para nosotros. En este sentido, es sumamente importante que apostemos por la inversión en investigación, pues es algo imprescindible para nuestro bienestar.