8 motivos para no tomar vino tinto, ni siquiera moderadament

El vino tinto es una de las bebidas alcohólicas que más se consume en todo el mundo, en distintas ocasiones. Celebraciones, reuniones, etc.

Aunque se haya llegado a afirmar que contienen sustancias beneficiosas para la salud (como los famosos antioxidantes), no es recomendable consumirlo a diario, ni mucho menos de forma obligatoria para mantenerse sano o «joven».

Veamos a continuación cuáles son las razones por las que supuestamente sería saludable consumir esta bebida. Veremos que en realidad no es mejor hacerlo.

1. ¿Protege la salud cerebral?

Se ha dicho que, por su contenido de antioxidantes, incluyendo el resveratrol, el vino tinto podría contribuir con la reducción del estrés oxidativo, ayudando así (entre otras cosas) a proteger las células cerebrales.

Sin embargo, no está demostrado que el consumo regular de vino tinto, ni siquiera en cantidades moderadas, pueda ser beneficioso para la salud, sino todo lo contrario.

2. ¿Evita la depresión?

De acuerdo a un estudio realizado en roedores, los polifenoles del vino tinto pueden tener cierto efecto antidepresivo. Sin embargo, no está demostrado que esto sea así en el caso de los seres humanos.

Los expertos en salud y psicología indican que NO es recomendable consumir vino tinto ni ninguna otra bebida alcohólica como «tratamiento» para ningún trastorno del estado del ánimo. El alcohol no es una opción.

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3. ¿Mejora la salud oral?

Otro de los mitos asociados al consumo de vino tinto de «forma moderada» es que supuestamente ayudaría a reforzar la salud oral.

En concreto, se afirmó que sus compuestos podían tener una acción antimicrobiana, que evitaría la proliferación de agentes patógenos en la boca, los cuales podrían causar problemas como las caries y la gingivitis.

De acuerdo a un estudio publicado en el año 2009, existe muy poca evidencia de que el consumo de vino tinto tenga algún tipo de efecto positivo en la salud oral humana. 

4. ¿Mejora la salud respiratoria?

El principal compuesto antioxidante del vino tinto, el resveratrol, supuestamente tendría la capacidad de crear una «barrera protectora» en las vías respiratorias contra agentes patógenos.

Además, su acción antiinflamatoria y «desintoxicante» limpiaría los conductos respiratorios y controla la producción excesiva de flemas para evitar la congestión.

Los expertos en salud señalan que no es recomendable consumir vino tinto a diario, ni siquiera con moderación, para cuidar el sistema respiratorio ni ningún otro.

5. ¿Mejora la salud cardiovascular?

Aunque el vino tinto sea una bebida que posea flavonoides con potencial para favorecer la salud cardiovascular, los expertos en salud indican que esto no significa que sea necesario consumirla a diario, ni mucho menos en grandes cantidades.

Según señalan los expertos de la American Heart Association, se entiende por consumo moderado una copa al día. 

“Es importante destacar que el consumo del vino tinto es beneficioso para la salud cardiovascular siempre que sea de forma moderada. El exceso de alcohol en el organismo aumenta la presión arterial, lo que favorece la aparición de hipertensión”, recuerda el Dr. Plaza.

6. ¿Combate las infecciones urinarias?

Por otra parte, también se llegó a decir que sus antioxidantes podrían ayudar a prevenir las infecciones urinarias. Sin embargo, esto viene a ser un mito similar al del caso del zumo de arándanos. 

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7. ¿Aumenta el nivel de energía?

No está demostrado que el consumo de vino tinto «aumente» los niveles de energía en las personas. De hecho, lo más común es que cause cierta somnolencia, además de dolor de cabeza.

8. ¿Previene el envejecimiento prematuro?

El mito más extendido de todos acerca del consumo de vino tinto es que supuestamente ayudaría a evitar el envejecimiento prematuro, por su contenido de antioxidantes.

Para poder evitar esta consecuencia, más que consumir una bebida alcohólica, lo más recomendable sería mantener un estilo de vida saludable y seguir las indicaciones del médico.

Nota final

Ninguna bebida, comida o producto va a garantizar tu salud por sí solo. Por ello, es importante que te apoyes en buenos hábitos de vida y que los mantengas en el tiempo de forma coherente.

Come bien, haz ejercicio a diario, aplica técnicas para gestionar el estrés, mantente bien hidratado y apuesta por una vida sana.