La degeneración macular asociada a la edad

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Jun 30, 2020   Salud

La degeneración macular asociada a la edad es un trastorno de los ojos que se caracteriza porque genera una progresiva destrucción de la visión central y aguda. Esto hace que cada vez sea más difícil visualizar los detalles finos y sostener la lectura.

Se le denomina degeneración macular asociada a la edad (DMAE o DME), porque esta patología es significativamente más frecuente en las personas mayores de 50 años. Lo usual es que tenga un progreso lento, aunque en algunos casos avanza rápidamente.

Actualmente, se adelantan diversas investigaciones para corregir la degeneración macular asociada a la edad. Asimismo, se ha avanzado en la comprensión genética de la enfermedad. Y también hay estudios prometedores relacionados con el trasplante de células sanas para corregir el problema.

¿Qué es la degeneración macular asociada a la edad?

Imagen de unos niños cerca del agua y la misma imagen tapada con una mancha
En la DMAE se produce una pérdida progresiva de visión, que está relacionada con algunos hábitos poco saludables.

Específicamente, la degeneración macular asociada a la edad es un problema de la retina. Esta es un tejido sensible a la luz, que está ubicado en el fondo del ojo. Su función, es convertir la luz y las imágenes en impulsos eléctricos que son transmitidos hacia el cerebro.

La mácula está ubicada en el centro de la retina. Es una mancha amarilla, cuya función es la de captar los detalles más finos de la visión. Cuando se presenta la degeneración macular asociada a la edad se deteriora la visión central, pero se mantiene la periférica.

Esta enfermedad es más frecuente en quienes son adictos al tabaco y/o tienen sobrepeso. También en quienes padecen hipertensión, niveles elevados de colesterol o diabetes.

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Tipos de degeneración macular

Ojo de una mujer de edad avanzada
De forma progresiva, se produce un daño en las células de la retina que impiden una correcta visión para la persona.

Hay dos tipos de degeneración macular asociada a la edad: la húmeda y la seca. La degeneración macular húmeda tiene lugar cuando los vasos sanguíneos crecen anormalmente bajo la retina. Tales vasos son frágiles y tienden a gotear sangre y líquido.

Todo esto hace que la mácula se levante de su lugar normal. Con ello se origina un daño a la mácula, haciendo que se consuma rápidamente. El tipo húmedo es el más grave de la degeneración macular. Uno de los primeros síntomas es ver las líneas rectas como si fueran onduladas.

La degeneración macular seca, por su parte, es la forma más común de esta patología. Se produce cuando las células de la mácula, sensibles a la luz, se van deteriorando. La visión se nubla y cada vez resulta más difícil mantener la visión central. Se desarrolla en tres etapas:

  • Degeneración macular temprana. En primer lugar la persona no experimenta síntomas. Al examinar la retina, se ven algunas “drusas” o depósitos amarillos debajo de la retina.
  • Degeneración macular intermedia. Luego, el paciente presenta muchas drusas o, en todo caso, drusas de gran tamaño. Es posible que haya visión borrosa, o mayor necesidad de luz para leer.
  • Degeneración macular avanzada. Por último, hay muchas drusas y también deterioro de las células y del tejido en el área central de la retina. La visión central es opaca y borrosa. Además, hay dificultades para leer y reconocer rostros.

Causas

Todavía no se ha dilucidado con exactitud la razón por la cual se produce la degeneración macular asociada a la edad. Obviamente, tiene que ver con el deterioro natural del organismo, relacionado con el paso del tiempo. Más allá de esto, no hay mucha información.

Lo que sí se sabe es que hay factores de riesgo que pueden precipitar esta enfermedad. Estos son, principalmente:

  • Antecedentes familiares.
  • Tabaquismo.
  • Factores nutricionales, como una dieta rica en grasas.
  • Ser de raza blanca.
  • Ser de sexo femenino.

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Diagnóstico y pronóstico

Mujer realizando en control con el oftalmólogo
Las revisiones oftalomológicas son imprescindibles para controlar la degeneración macular.

La degeneración macular asociada a la edad se detecta a través de un examen oftalmológico. Lo usual es que dicho examen incluya las siguientes pruebas:

  • Prueba de agudeza visual. Mide la vista a diferentes distancias.
  • Tonometría. Mide la presión dentro del ojo con un aparato especial.
  • Examen con dilatación de pupilas. Se ponen gotas en los ojos para dilatar la pupila. Luego se examinan la retina y el nervio óptico con un lente de aumento.
  • «Rejilla de Amsler«. Esta es una rejilla parecida a un tablero de ajedrez. Al paciente se le pide que se tape un ojo y fije la vista en un punto negro situado en la mitad de la rejilla. Luego se repite el mismo ejercicio con el otro ojo.

El pronóstico de la degeneración macular seca, generalmente, es positivo. Es frecuente que la pérdida de visión no sea incapacitante. En cambio, en la degeneración macular húmeda sí hay una pérdida severa de la vista. En este caso, no será posible realizar actividades que exijan visualización de detalles finos.

Por último, si nota algunos de los síntomas mencionados no dude en acudir a un especialista para tratarlo de la forma más adecuada.