Displasia fibromuscular: diagnóstico y tratamiento

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Jun 30, 2020   Salud

La displasia fibromuscular es una enfermedad que causa que una o más arterias en el cuerpo tengan un desarrollo anormal. De esta forma, las paredes de los grandes vasos quedan afectados. Como resultado, pueden ocurrir estrechamientos, conocido bajo el nombre de estenosis, aneurismas o desgarros (disecciones arteriales).

Si un estrechamiento o desgarro causa disminución en la irrigación sanguínea en la arteria, pueden desencadenarse una serie de síntomas que veremos con más detenimiento a lo largo del artículo. La displasia fibromuscular afecta, sobre todo, a las arterias que irrigan los riñones y el cerebro.

Por otra parte, mencionar que esta enfermedad afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, aunque tanto estos como algunos niños también pueden verse afectados.

Además, es difícil determinar cuan de común es esta enfermedad en la población en general. La razón de ello es que los pacientes con displasia fibromuscular leve no suelen presentar síntomas, lo que hace que la enfermedad no sea detectada.

Causas de la displasia fibromuscular

Vasos sanguíneos
La displasia fibromuscular es una enfermedad que afecta a la pared de los grandes vasos sanguíneos, con un grave riesgo para la salud del paciente.

Actualmente, no se conoce la causa que desencadena la displasia fibromuscular. A pesar de ello, se han sugerido varias teorías:

Por un lado, se cree que puede haber una causa genética. Sin embargo, las personas en una familia pueden tener diferentes afectaciones en las arterias, diferentes grados de severidad de la enfermedad o no desarrollarla.

Por otro lado, como la enfermedad es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, se piensa que las hormonas podrían tener un papel fundamental en su desarrollo. Sin embargo, algunos estudios sugieren que el uso de píldoras anticonceptivas no mostró relación con la displasia. Finalmente, otras posibles causas incluyen:

  • Desarrollo anormal de las arterias que irrigan las paredes de los vasos sanguíneos. Lo que resulta en insuficiencia de oxígeno.
  • Posición anatómica o movimiento de la arteria en el cuerpo.
  • Ciertos medicamentos.
  • Tabaco.

Síntomas

Un problema a la hora de diagnosticar esta enfermedad es que hay muchos pacientes que no presentan signos ni síntomas en el examen físico. Entre los que sí presentan síntomas, estos dependerán de las arterias afectadas y de si hay evidencia de estrechamientos, desgarros o aneurismas en las arterias afectadas.

Cualquier dolor o signo clínico relacionado con la enfermedad viene del órgano irrigado por esa arteria. Algunos posibles síntomas de la displasia fibromuscular son:

  • Presión arterial alta.
  • Funcionamiento anormal del riñón detectado en pruebas de sangre.
  • Soplo que se puede oír en el cuello con un estetoscopio.
  • Zumbidos en los oídos.
  • Dolores.
  • Sangrado intracraneal.

Hay que tener en cuenta que, como hemos dicho, estos síntomas, entre otros muchos que puede sufrir un paciente con esta enfermedad, dependerán de la arteria afectada.

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¿Cómo se puede diagnosticar la displasia fibromuscular?

Vaso sanguíneo
Actualmente, una de las técnicas más empleadas para su diagnóstico es el arteriograma.

El diagnóstico para la displasia fibromuscular consiste en la exploración por imágenes de los vasos sanguíneos. Hoy en día disponemos de muchas técnicas que nos permiten realizar este examen diagnóstico. Algunas de ellas son:

  • Ultrasonido dúplex: es una técnica de ultrasonido especializado de los vasos sanguíneos.
  • TAC arterial: se obtiene al suministrar un contraste a través de las venas.
  • Un tipo especial de MRI.

En muchos casos, para diagnosticar este enfermedad se requiere un procedimiento conocido como arteriograma o arteriografía. Se trata de un procedimiento realizado por un radiólogo, un cirujano vascular, un cardiólogo y un especialista en medicina vascular.

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Tratamiento

Actualmente no existe una cura para la displasia fibromuscular. Por esta razón, los tratamientos a los que se van a someter los pacientes se basan en paliar los síntomas y las complicaciones de la enfermedad.

Algunos fármacos utilizados con ese objetivo son:

  • Antiplaquetarios: como por ejemplo la aspirina.
  • Antihipertensivos.
  • AINEs: para tratar los dolores de cabeza que suelen padecer estos pacientes.

Por otra parte, cabe mencionar que en algunos casos se debe intentar mejorar el flujo sanguíneo a través de los vasos estrechados. Para ello, se suelen utilizar procedimientos como angioplastia con globo o la angioplastia transluminal percutánea.

No obstante, estos procedimientos se elegirán en función de las arterias que estén afectadas y de la presencia y severidad de los síntomas.