La dieta alcalina: esto es lo que debes saber

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Jul 01, 2020   Dietas

La dieta alcalina está marcando una moda. ¿Qué tiene de real esta dieta? ¿Podemos confiar totalmente en ella? La polémica sobre este patrón alimenticio está en pleno auge. Hay quienes le atribuyen propiedades casi mágicas, como poder curar enfermedades como el cáncer. Sin embargo, la cuestión no parece del todo clara. Es por ello que aquí te explicamos todo lo que debes saber.

¿Qué es la dieta alcalina?

Escala de pH con alimentos
La dieta alcalina supone que el pH de los alimentos que consumimos tiene un efecto en la salud de nuestro organismo.

Para entender esta dieta debemos comprender primero cómo funciona el pH del cuerpo. Se llama pH al potencial de hidrogeniones, que se mide en una escala de 0 a 14, y sirve para medir la acidez o alcalinidad del medio interno o una disolución.

  • De 0 a 7 es ácido.
  • 7 es neutro.
  • De 7 a 14 es básico o alcalino.

La dieta alcalina se basa en la teoría de que las enfermedades se desarrollan en un medio ácido (es decir, con un pH bajo) y que, por lo tanto, para prevenirlas, conviene «alcalinizar» nuestro organismo, o sea, aumentar su pH. Y sostiene que esto se puede conseguir a través de la alimentación.

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¿Cómo funciona la dieta alcalina?

La hipótesis bajo esta dieta dice que la alimentación cambia el pH de los fluidos corporales. Es decir, que cambia la acidez o basicidad de la sangre, de la orina y de todos los fluidos del cuerpo. Según explican algunos fisiólogos promotores de la dieta, un entorno ligeramente alcalino podría ser beneficioso para nuestro cuerpo. Sin embargo, la literatura científica confirma que esto no es posible. Un artículo publicado en la revista «Osteoporosis International» afirma que no es posible variar el equilibrio ácido base de la sangre, este se mantiene prácticamente inamovible.

La dieta alcalina excluye, por tanto, alimentos como los lácteos, la carne, aves, pescado, huevos y cereales. Alimentos que, según la dieta, producen «ceniza ácida». Sí permite comer frutas y hortalizas, excepto los arándanos y ciruelas.

¿Qué dice la ciencia sobre esta dieta?

1.  Relación con el cáncer

Recreación de célula cancerosa
Según los seguidores de este tipo de dietas, podría ayudar a prevenir el cáncer. Sin embargo, no existen evidencias científicas de este hecho.

A pesar de la promoción que tiene la dieta alcalina, solo hay un estudio observacional que haya analizado su posible relación con la prevención y el tratamiento del cáncer. Sin embargo, este estudio no encuentra ninguna relación entre este tipo de dieta y el cáncer.

Ante la falta de estudios que avalen o rechacen las ideas que están detrás de la dieta alcalina, hay que concluir que carecen de base científica. En este contexto, el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR) concluye que la dieta alcalina no es recomendable.

2. Relación con la osteoporosis y la salud ósea

La dieta también promete beneficios en relación a la salud de los huesos. Según la teoría de la dieta alcalina, para reducir la acidez de la sangre (cosa que, como ya hemos visto, no es posible) el cuerpo hace uso del calcio de los huesos, por lo que se relaciona alimento ácido con menos calcio y mayor osteoporosis.

Sin embargo, en este estudio publicado en el año 2009, se llega a la conclusión de que, aunque consumir más proteína sí aumenta la excreción de calcio, este no procedía de los huesos, ya que no hubo cambios en el balance global de calcio en el organismo. Por este motivo, seguir una dieta ácida no promueve una menor densidad ósea.

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La dieta alcalina no mejora el estado de salud

Mujer comiendo ensalada
Según los estudios, la dieta alcalina puede suponer un riesgo para la salud y no se apoya en datos científicamente demostrados.

El cuerpo es extremadamente eficiente a la hora de regular el pH sanguíneo, pues tendríamos problemas serios si no lo hiciese. De este modo, no es posible alterar el pH sanguíneo mediante la dieta alcalina, aunque sí el pH urinario.

La dieta alcalina, aunque promulga el consumo de ciertos alimentos beneficiosos como verduras y hortalizas, no tiene evidencia científica detrás que soporte ciertas afirmaciones.

Ciertos grupos de alimentos restringidos en este tipo de dieta, ofrecen también muchos beneficios, por lo que no deberían de ser excluidos de un estilo de alimentación saludable.

Para terminar, debemos tener en cuenta que ante este tipo de dietas milagrosas, hay que tener siempre presente que si algo parece demasiado bonito para ser verdad probablemente sea mentira.