Jul 01, 2020 Remedios naturales
Tal como explicaba el doctor Howard Murad, fundador de Murad Inc., en una entrevista para la revista Glamour, “la piel es un reflejo de cómo estás a nivel físico y también espiritual». En muchas ocasiones, el desarrollo de acné en la piel también está debido a problemas como el estrés o un ritmo de vida inadecuado. Muchos trastornos de la piel también suelen estar relacionados con una mala alimentación o a una falta de cuidados.
Por eso el profesional explica cómo la forma adecuada de tratar la piel es a través de un método «de adentro a fuera». Es decir, en primer lugar, es fundamental tener una buena alimentación, y después también resulta imprescindible cuidar la piel adecuadamente. Por ejemplo, el exceso de sol sin protección, el tabaco, el sedentarismo, o lavarse con productos irritantes pueden hacer que la piel pierda su brillo y su elasticidad natural.
En este sentido, es importante contar siempre con el consejo de un dermatólogo. Solo un profesional sabrá indicar qué productos utilizar en cada caso concreto para mantener una piel radiante. Por ello, antes de aplicar cualquier producto sobre la piel, consúltalo con tu médico.
A continuación, nosotros nos centramos en desarrollar las características principales de 5 alimentos que pueden ayudar a cuidar la piel. Manteniendo unos buenos hábitos de vida y alimenticios es posible lucir un aspecto más fresco y saludable.
1. Aceite de oliva
El aceite de oliva virgen extra está considerado como uno de los hidratantes naturales más efectivos. Al aplicarlo sobre la piel, puede ayudar a potenciar la hidratación de la misma y a combatir la sequedad; nutre y suaviza sin alterar el pH.
En concreto, tal como indica Pedro Carrillo en una reciente investigación, el aceite de oliva virgen extra contiene vitamina E, que es la que aporta al aceite la propiedad de conservante. Al ser un antioxidante celular, retarda el envejecimiento de las células y en consecuencia de la propia persona.
Además, el aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, asociados a una mayor elasticidad y firmeza de la piel. Por otro lado, como lo señala un estudio publicado en The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, el uso de un jabón hecho con aceite de oliva puede favorecer el tratamiento del acné.
2. El tomate para una piel radiante
Uno de los componentes clave del tomate es el licopeno, un carotenoide (o pigmento natural) con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Este elemento se caracteriza porque protege la piel del daño solar y además puede combatir el riesgo de padecer algunas enfermedades cardiovasculares.
Un estudio británico realizado en mujeres de mediana edad demostró cómo el licopeno ayudaba a reducir la profundidad de las arrugas en 15 semanas al aumentar la producción de colágeno en la piel.
Es importante tener en cuenta que cocinar el tomate, especialmente en combinación con una grasa saludable como el aceite de oliva, incrementa la absorción de licopeno por el organisma.
Otras frutas y verduras como las bayas, las moras o los arándanos también son ricas en antioxidantes y vitamina E. Estos son compuestos que ayudan a retrasar el envejecimiento de la piel y combatir los efectos dañinos del sol.
3. Espinacas y otras verduras de hoja verde
Las verduras de hoja verde, como las espinacas, ayudan a la piel a mantenerse sana y fuerte gracias a su contenido en una sustancia llamada luteína. La luteína es un carotenoide con una función similar a la del licopeno, es decir, también protege la piel del daño que causan los rayos ultravioleta.
La espinaca y la col rizada son las verduras más ricas en luteína, pero las acelgas o las hojas de remolacha o rábano también contienen una buena cantidad. Además, son una fuente importante de vitamina E, un potente antioxidante.
4. Almendras
Una de las principales características de las almendras es que contienen una importante cantidad de vitamina E. El tocoferol o vitamina E es un antioxidante presente en muchos frutos secos, frutas y verduras, y especialmente en las almendras.
De este modo, la vitamina protege a la piel de los efectos dañinos del sol y también combate el envejecimiento.
Por otro lado, tal como se ha demostrado en recientes investigaciones, la vitamina E y los polifenoles de las almendras parecen tener efectos fotoprotectores, es decir, que protegen la piel del daño por exposición a la luz solar.
5. Pescado azul
Tal como demuestra en sus estudios la profesional María Isabel Castro-González, los ácidos grasos esenciales omega 3 son fundamentales para el organismo. Además de protegernos del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, el consumo habitual de ácidos grasos omega 3 nos puede ayudar a combatir, tal como demuestran científicos en diferentes investigaciones, la inflamación y el daño causado por la exposición de la piel a los rayos del sol.
En este sentido, el pescado azul graso (salmón, arenque, sardina o caballa) es una de las mejores fuentes de omega 3 que existen. En concreto, el salmón contiene también astanxantina, un carotenoide que combinado con el colágeno mejora la elasticidad e incrementa la hidratación de la piel.
Si llevas una dieta vegetariana, es recomendable incorporar a la alimentación productos como las nueces, semillas de lino y semillas de chía, de cara a poder aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 y obtener sus propiedades.
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