Grasa visceral y grasa periférica: aprende a combatirlas

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Jul 01, 2020   Remedios naturales

En algún momento habrás oído hablar de la grasa visceral y de sus riesgos para nuestra salud. Si bien es cierto que las mujeres padecemos más de la llamada «grasa periférica», ninguna de las dos es adecuada, por lo que es importante combatirlas en el día a día.

¿Por qué las sufrimos? ¿A qué se deben estos problemas tan comunes? Sabemos que una alimentación incorrecta y la falta de ejercicio son dos de las causas más comunes.

Ahora bien, existen, además, otros factores que conviene tener en cuenta: nuestra herencia genética, la menopausia y el mantener dietas incorrectas que, en lugar de hacernos perder peso, nos quitan salud. Hoy en nuestro espacio te invitamos a saber un poco más sobre el tema.

Grasa visceral, la más peligrosa para la salud

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Todos, en mayor o menor medida, tenemos una cantidad determinada de grasa en nuestro cuerpo.

  • Si te tocas un instante los muslos percibirás esa grasa subcutánea que tenemos gran parte de las mujeres.
  • Si ahora llevas la mano a tu vientre y percibes que este es algo abultado, es muy probable que, alrededor de tu estómago, intestinos e hígado, exista también esa grasa más peligrosa que nos puede ocasionar graves problemas.

Los médicos nos indican que son los hombres los que más tendencia tienen a padecer la llamada grasa visceral, la misma que, tarde o temprano, puede traer algún infarto u otro problema cardíaco. Representa un riesgo muy elevado.

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Aspectos que se deben tener en cuenta

No está inactiva

La grasa visceral no está inactiva. Es decir, no se queda rodeando nuestro estómago e hígado sin más. Al contrario, es muy activa a la hora de desprender sustancias tóxicas muy dañinas en el torrente sanguíneo.

Nos inflama

La grasa visceral nos inflama; es ella la que provoca la arteriosclerosis, la que causa problemas digestivos y de colon y, la que trae, muchas veces, la diabetes y distintos tipos de cáncer.

Afecta nuestro estado de ánimo

Algo que mucha gente no sabe es que la grasa visceral puede afectar a nuestro estado de ánimo. ¿Sabes de qué forma? Nos ocasiona:

  • Cansancio.
  • Malestar general.
  • Cambios anímicos.
  • Estrés.
  • Ansiedad.

También distintos tipos de depresiones que acaban generando, a su vez, la producción de cortisol en sangre.

Resistencia a la insulina

El simple hecho de desprender en la sangre una serie de sustancias tóxicas ocasiona también lo que se conoce como síndrome metabólico o de resistencia a la insulina.

  • Si, además, padecemos hipertensión, el problema puede agravarse aún más.
  • Es importante tenerlo en cuenta.

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Puede parecer una pregunta obvia, pero la realidad es que mucha gente vive con la grasa acumulada en su vientre sin acudir al médico. No se hacen revisiones que en muchos casos, podrían salvar vidas.

Para valorar nuestro riesgo cardiovascular, es importante atender a la circunferencia de nuestra cintura: en ningún caso debe sobrepasar la mitad de nuestra altura.

La grasa periférica también puede ser peligrosa

Sabemos que son los hombres los que suelen tener más tendencia a acumular grasa en sus cinturas llegada una edad. Ahora bien, nosotras también podemos almacenar grasa en el vientre, pero suele ser más común que nuestro problema esté en las caderas, muslos y piernas.

Los médicos nos advierten de algo muy importante que no podemos descuidar:

  • La acumulación de placas de grasa en las piernas no siempre presenta síntomas, pero es muy peligrosa.
  • Puedes sentir calambres, pesadez, sensación de que se te adormecen las piernas, etc.
  • Todo ello es una pista de que nuestras arterias ya no son tan elásticas, y de que esa grasa periférica se ha acumulado en ellas y ya está causándonos problemas que pueden ser graves.
  • En este caso, estaríamos ante la enfermedad arterial periférica que, si bien es cierto que es bastante común, puede llegar a ser grave.
  • Ocurre cuando se da un exceso de colesterol y otras grasas que circulan en la sangre, y estas se acumulan en las paredes de las arterias que suministran sangre a los brazos y piernas.
  • Lo más preocupante es que los síntomas no son muy evidentes, pero pueden ocasionarnos problemas cardíacos e incluso un ictus cerebral.

¡Nunca olvides pasar tus revisiones periódicas para conocer el nivel de colesterol en sangre!

Cómo combatir la grasa visceral y periférica

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1. Aspectos previos que hay que tener en cuenta

  • Si tienes antecedentes familiares de obesidad o de accidentes cardiovasculares, empieza a mejorar tus hábitos de vida desde edades tempranas.
  • Una vez lleguemos a los 40 o 45 años, es importante cuidar al máximo nuestros hábitos de vida. Es el momento en que en nuestros análisis empieza a salir un poco de colesterol, y una edad a partir de la cual es posible que nos cueste un poco más perder peso.
  • Ten en cuenta que la grasa visceral no se pierde de un día para otro. No hay dietas milagro ni remedios mágicos. Necesitamos de la ayuda de nuestros médicos, quienes controlarán en todo momento las pautas correctas que hemos de seguir.
  • El apoyo familiar y social es importante. Si necesitas ponerte a dieta, es recomendable que cuentes con el apoyo de tu familia. Es más, sería muy adecuado que todos en casa nos animáramos a llevar una vida «más activa».

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2. Claves para perder grasa visceral y periférica

No se trata de eliminar por completo la grasa de nuestra dieta. También existe grasa saludable que nuestro organismo necesita. La procedente de:

  • El aceite de oliva.
  • El salmón.
  • Las nueces.
  • El aguacate.

No te saltes ninguna comida. Debes hacer entre 4 y 5 comidas diarias. Se trata de «llenarnos poco» pero muchas veces al día, ya que de ese modo mantenemos el metabolismo activo.

Dile sí a la fibra soluble:

  • Avena.
  • Salvado.
  • Cebada.
  • Trigo sarraceno.
  • Semillas de lino.
  • Ciruelas.
  • Manzanas.
  • Mangos.
  • Naranjas.
  • Puerros.
  • Apios.
  • Zanahorias.
  • Pepinos.

Elimina la sal de tu dieta: así como las harinas blancas, las comidas industriales, las bollerías, los refrescos azucarados… Aumenta el consumo de verduras frescas.

El ejercicio físico es clave. No se trata  de cansarnos, al contrario, se trata de mantener un ejercicio aeróbico, regular y constante que nos permita ir quemando grasas poco a poco, manteniendo siempre el corazón activo. Así lo ha corroborado un estudio publicado en la revista médicaMedicine & Science in Sports & Exercise, el cual señala que el entrenamiento con ejercicios de alta intensidad podría resultar más eficaz a la hora de reducir la grasa abdominal en mujeres obesas con síndrome metabólico.

  • Así pues, no lo dudes, sal a andar, a bailar, sube escaleras, nadar…

¡Disfruta con salud de la vida!