Los riesgos inherentes a los antibióticos

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Jun 30, 2020   Salud

A lo largo del año padecemos afecciones, resfriados, dolores de garganta e infecciones víricas que pretendemos tratar a base de antibióticos. A veces acudimos al médico esperando que nos los recete . Pero no siempre es la mejor opción por los riesgos inherentes a los antibióticos.

El funcionamiento de los antibióticos

Este fármaco se utilizó por primera vez a partir del año 1940, y ha sido uno de los grandes avances de la medicina. Sin embargo, el uso abusivo puede desarrollar bacterias resistentes. Este es uno de los riesgos inherentes a los antibióticos.

Otro factor importante es el de los efectos secundarios. Por ejemplo, si los niños toman antibióticos, se exponen a sufrir posibles reacciones secundarias, como dolor de estómago y diarrea. También puede darse el caso de alergias.

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Virus y bacterias

Ejemplos de antibióticos

Hay dos tipologías de gérmenes que pueden afectar a nuestra salud: las bacterias y los virus. Ambos tienen síntomas similares, y también es parecida la forma en que estos tipos de microorganismos se multiplican y desarrollan.

Bacterias

Las bacterias son microorganismos vivos que tienen vida como células, de forma independiente. Se encuentran en muchos lugares, y no siempre son perjudiciales para nuestro organismo. Es el caso de los lactobacillus, que viven en el intestino y nos ayudan con la digestión de alimentos.

En algunos casos, las bacterias sí son nocivas y pueden originar enfermedades al invadir el cuerpo humano, cuando se mezclan en los procesos normales del organismo.

En este caso, la eficacia de los antibióticos es grande. Es así porque impiden que los microorganismos crezcan y se desarrollen.

Virus

Los virus no pueden existir de una forma independiente. Se trata de partículas con material genético envuelto en una cubierta. Su crecimiento y reproducción se produce tras haber invadido células vivas.

Nuestro sistema inmunitario puede combatir algunos virus antes de que afecten al organismo. Para combatir los virus no son efectivos los antibióticos por sí solos.

Riesgos inherentes a los antibióticos

Hombre con antibióticos en la mano

La toma de antibióticos en el caso de resfriados y otras enfermedades de origen viral no sirve para nada. Pero lo peor es que uno de los riesgos inherentes a los antibióticos son los efectos negativos para el futuro.

Como adelantábamos, pueden potenciar el desarrollo de bacterias resistentes. El uso frecuente e inadecuado de los antibióticos puede hacer mutar y adaptarse a las bacterias u otros microbios. Así, los antibióticos dejan de ser útiles para luchar contra ellos.

Esto se denomina «resistencia bacteriana» o de «resistencia a los antibióticos». Llegados a ese caso, para combatir estas bacterias resistentes se precisarán dosis más altas de medicamentos o antibióticos más fuertes.

Además de esta resistencia, el consumo abusivo provoca otros riesgos inherentes a los antibióticos. Entre ellos se pueden destacar los siguientes:

  • Los antibióticos pueden eliminar muchas bacterias diferentes, malas y buenas, incluso aquellas que son beneficiosas para que el cuerpo esté sano.
  • Se da el caso de que la toma de antibióticos puede hacer que una persona desarrolle una diarrea debido a la falta de las bacterias beneficiosas que ayudan a digerir bien los alimentos.

Así, lo mejor es buscar sustitutivos. Cuanto más antibióticos utilicemos para el tratamiento de patologías sencillas como resfriados, gripe u otras infecciones virales de manera ineficaz, más inútiles serán para combatir las bacterias que pretenden tratar. La consecuencia puede ser un mayor número de visitas al médico.

¿Cuándo tomar antibióticos?

Médico recetando antibióticos

Únicamente hay que tomar antibióticos para el tratamiento de infecciones bacterianas. En el caso de infecciones leves, sobre todo las originadas por algún virus, hay que dejar que continúen su curso.

De esa forma, se consigue prevenir el desarrollo de gérmenes resistentes a los antibióticos. Quedará a criterio del médico tomar la decisión, en función de que se trate de una enfermedad leve o no. Por otra parte, hay antibióticos naturales muy interesantes.

Conviene preguntar y pedir consejo. Podemos recabar información del facultativo sobre si la enfermedad que tenemos o que tiene nuestro hijo es bacteriana o vírica. Pero nunca deberemos presionar para obtener la receta de antibióticos. Es el médico quien tiene el conocimiento.

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Por otra parte, no es buena idea usar restos de antibióticos que haya por casa, ni tampoco utilizar medicamentos recetados a otra persona. Los restos de antibióticos deberían desecharse lo antes posible, cuando haya una mejoría y el tratamiento pueda darse por terminado.