Tratamiento de la migraña

El tratamiento de la migraña personalizado es muy importante, ya que las características de la misma varían en función del paciente

La alta prevalencia de la migraña ha provocado que se sucedan los estudios para entenderla mejor. Así, el primer paso ha sido establecer la diferencia entre una crisis migrañosa de otros tipos de dolor de cabeza.

En este sentido, se ha definido como un dolor pulsátil que empeora con la actividad física. Sin embargo, existen distintos grados de la misma, así como síntomas dispares en unos casos y otros.

No obstante, podemos hablar de la migraña crónica y la episódica. La primera se da cuando se padece  más de 15 días al mes, durante más de tres meses, mientras que la media de la episódica suele estar en torno a las 3 ocasiones mensuales.

Origen de la migraña

Aunque no se conocen las causas primigenias, sí sabemos sus bases fisiopatológicas. Se trata de un trastorno neurovascular vinculado con la hiperexcitabilidad cortical.

Gracias a las pruebas de imagen y a los estudios electrofísicos, se ha detectado una polarización neuronal que lleva al paciente a padecer una crisis con aura. Las crisis migrañosas con aura son episodios de cefaleas combinados con diversos síntomas (visuales, sensoriales, motores, etc.).

Un ejemplo serían aquellas personas que antes, durante o después de padecer el episodio de migraña observan destellos luminosos en su campo de visión.

Asimismo, durante los episodios se percibe una alteración transitoria de oxígeno en el cerebro, lo que podría explicar en parte esta enfermedad. Todo ello provoca una depresión cortical diseminada que activa los cauces del dolor.

Por otro lado, no es extraño que los dolores se reproduzcan como resultado de una ingesta excesiva de analgésicos. Estos pueden estimular la sensibilidad al dolor.

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Tratamiento de la migraña

A diferencia de otras patologías, los tratamientos de la migraña están muy individualizados. Cada paciente siente el dolor de una forma diferente, por lo que las dosis de los medicamentos deben ser específicas para cada individuo.

No obstante, sí hay divergencias claras entre un tipo de migraña y otro: la crónica es muy discapacitante. De hecho, la OMS la sitúa en el puesto 19 de las enfermedades de este tipo.

Así, mientras que en la migraña crónica el tratamiento se orienta a la prevención, en la episódica se opta por el tratamiento sintomático. En este último caso, se indica que la medicación debe tomarse con la mayor celeridad posible.

Tratamiento de la migraña crónica

Como decíamos, la prevención es esencial en este caso. Por tanto, lo primero que se recomienda es adecuar los hábitos de vida a las demandas de la dolencia. Por tanto, es imprescindible suprimir la cafeína, hacer ejercicio moderado de manera regular y comer y dormir con un cronograma.

Asimismo, esto deberá combinarse con un tratamiento médico que dependerá del origen de la migraña:

• Para el control de la excitabilidad cortical: betabloqueantes, antiepilépticos y triptanes.
• Para equilibrar la liberación de neurotransmisores: la opción más efectiva según los estudios es la aplicación de toxina botulínica de tipo A (inyección de bótox), pues tiene poder analgésico y miorrelajante.
• Si el dolor se debe a un abuso de medicación:
  • Desintoxicación
  • Profilaxis
  • Apoyo psicológico
  • Formación para conseguir la relajación muscular

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Tratamiento de la migraña episódica

Estos casos son más fáciles de atajar. Solo tenemos que ocuparnos de los síntomas. Por ello, se recomienda el uso de antiinflamatorios o de ácido acetilsalicílico en cuanto aparezcan los primeros síntomas.

Si la migraña viene de la mano de náuseas o vómitos, es aconsejable tomar algún remedio natural que ayude a controlarlos. Asimismo, lo idóneo es evitar las iluminaciones fuertes y los ruidos intensos, ya que estos la agravan. Teniendo en cuenta esto, hemos de destacar que es importante estar en un ambiente que favorezca el descanso y la relajación.

Encontrar el tratamiento de la migraña

Es fundamental en el caso de la crónica, pero también en el de episódica, ya que el consumo excesivo de medicación puede resultar en una agudización de la misma.

Teniendo en cuenta que se estima que los pacientes con esta enfermedad pierden un 1% de su vida, y que, además, están en riesgo de padecer depresión o ansiedad, conseguir un diagnóstico y tratamiento adecuado se convierte en una cuestión de vital importancia.

Asimismo, para evitar la complicación con trastornos mentales, el apoyo y la comprensión del entorno del paciente forma parte del tratamiento de la migraña. De lo contrario, muchos enfermos tienden a sentirse solos y culpables.

No obstante, a pesar de las dificultades que encuentran quienes padecen esta patología, se calcula que el 60% de los casos no han sido diagnosticados. En consecuencia, es necesario que estos acudan al médico especialista para que le proporcione el alivio que necesitan.