Distintas opciones para el tratamiento de la epilepsia

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Jun 30, 2020   Salud

No todas las epilepsias presentan convulsiones y no todas las convulsiones son epilépticas. El tratamiento de la epilepsia se clasifica dependiendo del objetivo que se quiera conseguir y del tipo de epilepsia que sufra el paciente.

Sin embargo, la mayoría de los tratamientos suelen tener un objetivo común, el de reducir el ritmo acelerado de la descarga neuronal inductora de la epilepsias. Para entender las distintas opciones de tratamiento de la epilepsia es fundamental entender el problema y a qué se debe.

¿Qué es un ataque epiléptico y por qué se origina?

La epilepsia es una enfermedad crónica con episodios críticos recurrentes, las crisis epilépticas. Estas crisis son unas descargas excesivas de inicio y final brusco, que se desencadenan de manera incontrolada en un gran número de neuronas.

Estas descargas son la expresión clínica de una alteración funcional del cerebro debida a un trastorno de las neuronas corticales que producen, a la vez, varias descargas anómalas en un punto del sistema nervioso central (SNC), el foco epileptógeno.

Asimismo, se cree que el origen de las epilepsias es la despolarización/repolarización neuronal. Por otro lado, son varias las hipótesis que se formulan sobre las causas de la epilepsia. Entre ellas podemos encontrar:

  • Debido a niveles altos del neurotransmisor glutamato y niveles bajos de GABA (es el neurotransmisor depresor del SNC).
  • Influencias colinérgicas y monoamonérgicas.
  • Cambios en la relación intra y extracelular de los iones.
  • Anomalías fetales en la migración neuronal.

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Fármacos para el tratamiento de la epilepsia

La terapia antiepiléptica la podemos clasificar atendiendo a varias características. Hay que tener en cuenta que el tratamiento no está enfocado a tratar la crisis, sino que su objetivo principal es prevenir que aparezca. Si no se puede evitar su aparición, al menos espaciar los focos lo máximo posible o minimizar sus efectos nocivos.

Los antiepilépticos se suelen utilizar en monoterapia, ya que muchos de ellos tienen más de un mecanismo de acción. Esto también influye en que el tratamiento sea sencillo y que la pauta de administración sea cómoda y se asegure el cumplimiento. Por lo tanto, los antiepilépticos los podemos clasificar:

  • Según su capacidad para inhibir el glutamato y potenciar el GABA. Los podemos dividir a su vez en los que aumentan la inhibición mediada por el GABA (ácido valproico). El segundo grupo son los que inhiben los canales de sodio, disminuyendo así las descargas neuronales (hidantoínas). Por último, encontramos los que inhiben los canales de calcio (pentobarbital).
GABA

  • Según su mecanismo de acción. Los antiepilépticos pueden actuar inhibiendo la excitación neuronal, como la carbamacepina o potenciando la inhibición que es como actúan las benzodiazepinas y los barbitúricos.
  • Según su generación. Estos fármacos pueden ser de primera, segunda o tercera generación.

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Carbamacepina

La carbamacepina es un fármaco químicamente relacionado con los antidepresivos triciclos. Es un antiepiléptico de espectro reducido de primera elección para tratar crisis focales y convulsiones tónico-clonicas.

Sin embargo, puede empeorar las ausencias (convulsión caracterizada por breves episodios de alteración de la conciencia del paciente que la sufre) y mioclonías (movimientos involuntarios, breves, bruscos y repetidos).

Tiene una acción sedante anticolinérgica, antidepresiva, relajante muscular, antiarrítmica y antidiurética. La carbamacepina es un fármaco que se metaboliza en el hígado. Su metabolito activo es 10,11-epoxi-carbamacepina.

Ácido Valproico

Este fármaco está relacionado estructuralmente con el GABA y presenta múltiples mecanismos de acción, como por ejemplo:

  • Aumentar la síntesis de GABA.
  • Inhibir la degradación al bloquear GABA-T.
Ácido Valproico

  • Aumentar la liberación de este neurotransmisor y disminuir los niveles de aspartato.
  • Inhibir los canales de sodio y calcio.
  • Otros.

Sin embargo, el uso de este fármaco está limitado, ya que produce toxicidad en el hígado y presenta efectos secundarios. Algunos de ellos son: dolor epigástrico, náuseas y vómitos, y parkinsonismo reversible aislado.

Asimismo, su administración suele acompañarse con otros fármacos antiepilépticos, en pacientes epilépticos mioclónicos en ausencias infantiles, en espasmos infantiles, y en el síndrome Lennox-Gastaut (enfermedad rara).

Benzodiazepinas

Estos fármacos son muy utilizados como ansiolíticos. Además, tienen acción sedante, miorrelajante y, a veces, se utilizan como coadyuvantes de otros tratamientos antiepilépticos, sobre todo para combatir el estado epiléptico.

En el tratamiento de la epilepsia prolongado pierden eficacia. Asimismo, la supresión brusca induce la reactivación de los ataques y se utiliza, sobre todo, en la epilepsia del adulto y del lactante.