Qué es el pterigión

Portada > Salud > Salud Qué es el pterigión

Jun 30, 2020   Salud

En este artículo te vamos a explicar qué es el pterigión. Pterigión proviene del griego pterys que significa pequeña ala, aleta. El pterigión es una lesión vascularizada de la conjuntiva del ojo que puede invadir la córnea, causar astigmatismo y disminución de la agudeza visual.

Se localiza en la línea media del ojo, en el espacio entre los párpados superior e inferior. Tiene forma triangular, se puede hallar en el lado temporal pero es más frecuente en el lado nasal y puede afectar a uno o ambos ojos.

Es más frecuente en climas tropicales y subtropicales y muy raro en países fríos. Se relaciona directamente con la radiación ultravioleta al exponer el ojo a los rayos solares sin filtros ni protección.

Se presenta en agricultores, obreros y en aquellos trabajos que se realizan a la intemperie por estar más expuestos a la radiación solar y al polvo. También parece tener relación con el contacto con solventes y productos químicos.

También se ha relacionado con la sequedad del ambiente y la presencia de viento que acelera la evaporación lagrimal. Tiene un componente hereditario y se relaciona con enfermedades inmunológicas.

Se produce en individuos entre 20 y 50 años siendo más frecuente en el medio rural que en el urbano, tiene más prevalencia en afroamericanos sin que haya diferencias por sexos. En España, su incidencia es mayor en las zonas con más insolación, principalmente Canarias, Andalucía y Levante.

Pterigión

Síntomas del pterigión

Los síntomas pueden variar según la actividad, tamaño y localización del pterigión.

Pterigión activo

En el pterigión activo se observa una lesión engrosada, con inflamación, hiperémica y una zona blanquecina en el vértice del triángulo.

Los síntomas que produce el pterigión activo comprenden:

  • Dolor.
  • Prurito.
  • Sensación de cuerpo extraño.
  • Lagrimeo.
  • Fotofobia.
  • Disminución del campo visual.
  • Visión doble.

Leer también: Degeneración macular

Pterigión inactivo

Es el pterigión que se observa en los países de clima templado. Su incidencia es menor, el crecimiento más lento y los síntomas menos evidentes. Aparece una lesión plana, sin inflamación, sin vascularización y sin signos de crecimiento.

Lesión en el ojo Pterigión

Los síntomas son muy escasos o inexistentes. El tamaño del pterigión es directamente proporcional a la sintomatología. A mayor tamaño, ocupa más superficie de la cornea y, por tanto, afecta más a la visión.

Según la localización, son más sintomáticos aquellos que afectan a la zona del campo visual de la córnea. Los síntomas del pterigión serán menos evidentes cuando se encuentre en la periferia del ojo.

Grados Pterigión

También te puede interesar: Efectos de los rayos ultravioleta en la visión

Tratamiento del pterigión

Tratamiento preventivo

  • Gafas con filtros ultravioleta de entre el 90 y el 100 % de índice de protección. Deben usarse obligatoriamente en la población susceptible y sobre todo en niños.
  • Sombreros de ala ancha.

Tratamiento médico

Para aquellos casos en los que no produzca gran sintomatología:

  • Lágrimas artificiales.
  • Lubricantes oculares.
  • Corticoides tópicos a bajas concentraciones si existe inflamación.

    Lágrimas artificiales
    Las lágrimas artificiales pueden aliviar los síntomas del pterigión leve

Tratamiento quirúrgico

En los casos sintomáticos, la única solución es la cirugía. En general, el pterigión seguirá creciendo y de no extirparlo aumentarán los síntomas. Se puede llevar a cabo de diferentes formas:

  • Exéresis simple: se realiza retirando el pterigión y dejando que cicatrice por sí solo desde la conjuntiva. Es una intervención poco recomendable porque el pterigión vuelve a aparecer en el 40 – 80 % de los casos. En la actualidad no se recomienda.
  • Cierre conjuntival simple: escisión y sutura de los bordes conjuntivales. También reaparece en un 45 – 70 % de los casos, por lo que solo se recomienda en personas de edad avanzada donde las recidivas con menores.
  • Autoinjerto conjuntival y limbal: es la técnica quirúrgica de elección por su menor recidiva. Es la intervención con menor tiempo de recuperación y menos recaídas. Se puede realizar con sutura continua o con adhesivos tisulares biológicos de fibrina.

La preferencia en el uso de adhesivos sintéticos frente a las suturas se debe a que son biocompatibles, producen escasa o nula inflamación, no generan reacción de cuerpo extraño ni muerte titular y son biodegradables.

  • Autoinjerto conjuntival libre: esta técnica se realiza practicando una escisión de la cabeza y parte del cuerpo del pterigión y posterior cobertura con la esclerótica expuesta con conjuntiva del propio paciente. Presenta buenos resultados, aunque menores que la técnica anterior.

Tratamiento coadyuvante

Se realiza como complemento al tratamiento quirúrgico para minimizar el riesgo de reaparición:

  • Antimitóticos: evitan la replicación celular y tienen como misión anular o retrasar el crecimiento del tejido del pterigión. Aunque reducen el riesgo de reaparición del pterigión, tienen efectos tóxicos y complicaciones que, en ocasiones, desaconsejan su uso. El más utilizado es la Mitomicina C.
  • Antiangiogénicos: evitan la proliferación vascular que aporta nutrientes al tejido del pterigión y facilita su crecimiento, restando transparencia a la cornea y dificultando la visión. En la actualidad, está en fase de uso clínico experimental el bevacizumab tópico.
  • Betaterapia: consiste en la radioterapia postoperatoria del pterigión con radiación beta para reducir las recurrencias. Produce inhibición de la mitosis celular evitando la recidiva. Tiene efectos similares a la Mitomicina pero con menos efectos secundarios.

En conclusión, el pterigión es una lesión vascularizada de la conjuntiva del ojo que puede invadir la córnea y puede causar astigmatismos y disminución de la agudeza visual.