Pensamiento positivo: cómo utilizarlo para el beneficio diar

El pensamiento positivo es algo que se ha mencionado en muchas ocasiones, pero a veces se puede malinterpretar. ¿Es posible ser tan optimista?

Como bien decía Viktor Frankl, un psiquiatra superviviente de campos de concentración en la II Guerra Mundial: «si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento«.

Ciertamente, no podemos evitar los acontecimientos más negativos o traumáticos y, mucho menos, las emociones que sintamos.

Sin embargo, el pensamiento positivo lo que intenta hacernos entender es que siempre se puede salir adelante e, incluso, aprender de esas experiencias. Porque, muchas veces, nos estancamos lo que hace que nos vayamos apagando poco a poco.

En cualquier caso, recuerda que lo mejor que puedes hacer si te sientes decaído es acudir a un profesional de la salud mental. Ellos nos podrán ayudarnos con una atención específica, dado que lo que aquí describimos no tiene porqué funcionarte.

La peor tormenta es la que se forma en nuestra mente

Solemos subestimar el poder que tiene nuestra mente. Pero los pensamientos que predominen en ella harán que afrontemos nuestros días con energía o con apatía.

¿Cuántas veces nos hemos levantado pensando en que vamos a tener un día horroroso y pesado, o que tenemos que enfrentarnos a una situación complicada y no seremos capaz de dar la talla? ¿Cuántas mañanas nos hemos preocupado por el futuro?

Seguro que hemos experimentado esto en alguna ocasión y las consecuencias son palpables. Nos levantamos malhumorados, con ganas de quedarnos en casa y sin desear ver a nadie. Sin embargo, debemos cumplir con nuestras obligaciones.

Esto podría llevarnos a estar tensos, irritables y a dar malas contestaciones a quienes tenemos a nuestro alrededor. Los pensamientos negativos rondan por nuestra mente y no somos capaces de liberarlos. Esto ocurre porque no dejamos de alimentarlos.

El bucle de los pensamientos negativos

¿Por qué nos sumergimos en un bucle de pensamientos negativos? Porque es lo más fácil. Si alguna vez analizamos la cantidad de veces que nos quejamos en tan solo un día nos sorprenderíamos.

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En ocasiones, nos contagiamos de la negatividad y quejas de otras personas. Ver la televisión y las noticias repletas de desastres nos informa sobre lo que ocurre en el mundo, pero también nos aporta mucha negatividad. Sin embargo, podemos compensar todo esto.

La otra opción, el pensamiento positivo

¿Alguna vez hemos detectado un pensamiento negativo y lo hemos transformado en uno positivo? Este es un excelente ejercicio para limpiar nuestra mente de toda la negatividad que hay en ella.

El pensamiento positivo no es ponerse unas gafas y verlo todo de color de rosa. Esto no es real. Sin embargo, sí es muy importante que tomemos conciencia de que debemos preocuparnos por tener más pensamientos positivos que negativos en nuestra mente.

La razón está en que esto nos permitirá sentirnos bien, seguros, motivados y repletos de energía. No es algo sencillo de conseguir, pero ser conscientes de esto que hemos señalado ya es un primer paso muy importante.

Ejercicios para pensar en positivo

Ya hemos mencionado un ejercicio que podemos hacer para empezar a introducir el pensamiento positivo en nuestra vida. Sin embargo, existen algunos más, incluso prácticas que pueden ser realmente gratificantes.

Meditar

La meditación nos permite conectarnos con el presente y, lo más importante, observar nuestros pensamientos. De esta manera, podemos ser conscientes de ellos y dejar que fluyan sin retenerlos en nuestra mente.

Sin embargo, uno de los mayores beneficios que tiene la meditación es que nos hace consciente del aquí y el ahora, ayudándonos a relativizar los problemas, permitiéndonos soltar el pasado y ayudándonos a dejar de preocuparnos por el futuro.

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Si convertimos la meditación en un hábito, poco a poco nos iremos sintiendo mejor y los pensamientos positivos tendrán un mayor hueco en nuestra mente. Los negativos no desaparecerán, pero no nos aferraremos a ellos.

El diario emocional

Aunque la opción de cambiar los pensamientos negativos puede funcionar, incluso el hecho de decir «¡basta!» cada vez que uno de estos pensamientos nos esté atormentando, es una muy buena idea que tengamos un diario emocional.

La razón está en que podremos volver sobre ese diario y ver, realmente, qué tipo de emociones sentimos, cuánta negatividad hay y si esta está justificada. En la mayoría de las ocasiones, nos daremos cuenta de que somos demasiado pesimistas y esto nos instará a cambiar.

Muchas veces nos olvidamos de las pequeñas cosas que hay a nuestro alrededor y que nos hacen felices. Tendemos a buscar una felicidad idealizada cuando, en realidad, esta radica en el equilibrio, en el cuidarnos y en el aprovechar cada día experimentándolo con nuestros cinco sentidos.

¿Alguna vez te has parado a analizar si hay más pensamientos negativos que positivos en tu mente? Te animamos a que empieces a introducir el pensamiento positivo en tu vida.