Hábitos que provocarían arrugas prematuras
Si bien se cree que las arrugas son la consecuencia del envejecimiento, las recientes investigaciones indican que no sólo el paso del tiempo provoca esas marcas en la piel. La alimentación y ciertos hábitos no saludables serían posibles causas de este problema, una real “pesadilla” para las mujeres.
Tipos de arrugas
Según un artículo de Plastic & Reconstructive Surgery, las arrugas se podrían clasificar en tres grandes grupos según su origen, aparición o profundidad:
- Arrugas gravitacionales: Están causadas por la gravedad porque la fuerza actúa en la piel y la “tira” hacia abajo. La resistencia a ello está determinada en los genes de cada persona y el tipo de dermis que tenga, así como los cuidados que le aporte. Una de las más frecuentes arrugas gravitacionales son las que se ubican a los costados de la boca, tirando hacia abajo los labios.
- Arrugas dinámicas: El origen son el movimiento de los músculos presentes en el rostro, es decir, los que se usan para sonreír, hablar, fumar, etc. Los patrones de movimiento son los que causan una arruga diferente en cada persona. Por ejemplo, si se bebe con sorbete o se toma mate, se tendrá unas arrugas distintas que si gesticulamos mucho para hablar. Se hacen aún más evidentes si se pierden la elastina y el colágeno. Las de encima del labio, la frente y las “patas de gallo” en el contorno de los ojos son las más conocidas.
- Arrugas de origen mixto: Son causadas por una combinación de los dos grupos anteriores, es decir, gravedad y movimiento. Un ejemplo claro son las del cuello, que aparecen por la gravedad y también por la repetición del gesto de “afirmar”.
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¿Cuáles son los hábitos que provocarían arrugas?
Además del efecto natural de la piel y el paso del tiempo, algunas personas presentan arrugas siendo más jóvenes que otras. ¿La razón? Si bien puede hablarse de un componente genético, como bien señala la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., también puede influir el no llevar hábitos saludables en su vida.
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De hecho, un estudio realizado en 2009 sobre mellizos ha determinado que algunos hábitos podrían acelerar el proceso de envejecimiento de la piel, entre ellos:
- Las bebidas alcohólicas: beber de manera excesiva podría envejecer la piel.
- El sedentarismo: se cree que la falta de ejercicio semanal causaría arrugas.
- El insomnio: según señalan algunas investigaciones, no dormir bien estaría vinculado al envejecimiento prematuro de la dermis, ya que el sueño estimula la producción de una hormona que ayudaría a producir y reducir la renovación de colágeno.
- El exceso de sol: los rayos del sol podrían aumentar tus líneas de expresión. De hecho, un estudio de Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology señaló que el sol genera signos visibles en las pieles caucásicas.
- El cigarrillo: un estudio comparativo descubrió que fumar podría aumentar la cantidad de marcas de la piel, incluso en personas jóvenes.
- El estrés: los síntomas serían similares a los del insomnio.
- Los dulces: se cree que una alimentación basada en los azúcares no sólo causaría sobrepeso y obesidad, sino que además aumentaría el riesgo de padecer diabetes, arrugas y acné. No hemos encontrado estudios al respecto.
- Las enfermedades: algunas dolencias podrían causar arrugas.
- La pérdida brusca de peso: quienes adelgazan rápidamente, no sólo muestran cambios en relación a los kilos, sino que a veces evidencian marcas en sus rostros.
La mejor manera de cuidar nuestro rostro sería llevar una buena hidratación tanto interna como externa (a través de la ingesta de agua y el uso de cremas), además de llevar hábitos saludables de vida. Si tienes dudas al respecto, consulta con tu médico.